El pasado 7 de mayo, se produjo, con sorpresa para muchos, la dimisión de Rodrigo Rato al frente de la presidencia de Bankia (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/07/economia/1336394010.html). Dicha dimisión iba acompañada del anuncio de que el Gobierno iba a nacionalizar dicha entidad, como consecuencia de los nuevos saneamientos que la misma tenía que realizar y que se cifraban en la cantidad de 7.000 millones de euros. Asimismo, se anunció una nueva reforma para acelerar el ajuste del sector financiero, lo cual se materializó en la aprobación del Real Decreto Ley 18/2012 con fecha 11 de mayo (http://boe.es/boe/dias/2012/05/12/pdfs/BOE-A-2012-6280.pdf), con el fin de disipar las dudas que sobre todos los bancos españoles resurgieron con gran fuerza en los mercados.
Como lo mejor es ir por partes,
vamos a empezar comentando la nacionalización de Bankia y aclarando algunos
extremos que no han quedado claros en la medida.
1.- Lo primero que hay qué precisar es qué es lo que se ha nacionalizado
exactamente. Como ya indicamos en una entrada del año pasado (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/05/remedios-para-una-crisis-ii-la.html),
Bankia nació de la fusión de Caja Madrid con otras 6 entidades (Bancaja, La
Caja de Canarias, Caja de Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja),
según pueden ver en el siguiente enlace: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/02/economia/1299067771.html.
Tras la salida a bolsa de la nueva entidad, la misma quedó dividida en dos
entidades distintas. Por un lado, estaba el Banco Financiero y de Ahorros, y
por otro, Bankia propiamente dicha. El Banco Financiero y de Ahorros (BFA) se
quedó con la mayor parte de los activos inmobiliarios problemáticos de las
cajas originales y la mayor parte del negocio bancario pasó a Bankia, cuyas
acciones salieron a Bolsa en una Oferta Pública de Suscripción (OPS) culminada
el 18 de julio de 2011, y que significó la captación de 3.000 millones de euros.
Tras la misma, BFA mantenía un porcentaje del 52,41% en Bankia, mientras que
los accionistas minoritarios tenían el 47,59% (http://www.bancofinancieroydeahorros.com/Ficheros/CMA/ficheros/Inf_Gestion_BFA_2T_11.PDF).
Los problemas surgieron, precisamente, en BFA, ya que las crecientes exigencias
de provisiones derivadas de las sucesivas reformas del sector financiero y la
continuidad en su balance de activos problemáticos derivada de la negativa
situación del mercado inmobiliario, ponían en cuestión su solvencia. El
detonante final fue la negativa del auditor (Deloitte) a firmar las cuentas de
BFA correspondientes a 2011 (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/05/04/bfa-entrega-sus-cuentas-sin-auditar-semanas-antes-de-conocer-su-futuro-97360/).
Ante ello, el Gobierno adoptó la
decisión de tomar el control de BFA. Es decir, decir que la entidad que se
ha nacionalizado es Bankia es, en el fondo, incorrecto: la entidad
nacionalizada ha sido BFA y, como BFA controla Bankia, la nacionalización
supone, indirectamente, que el Gobierno ha tomado el control de Bankia.
Obsérvese, además, que el origen del problema no está en Bankia, sino en su
matriz (BFA), hecho que hay que tener en cuenta para una cuestión que luego
comentaremos.
2.- ¿Por qué se ha nacionalizado BFA? Como hemos apuntado con
anterioridad, BFA tenía en su balance la mayor parte de los activos
inmobiliarios problemáticos procedentes de las antiguas cajas fusionadas. La
intención de crear un banco de este tipo era la de poder “aparcar” dichas operaciones
y dar tiempo para proceder a su saneamiento, separando el resto de operaciones
en situación regular. Como hemos explicado en el anterior punto, las mayores
exigencias regulatorias, la parálisis en el mercado inmobiliario y las
perspectivas de una nueva recesión pusieron en peligro la solvencia de una
entidad que ya arrastraba graves problemas de las cajas originales, tan graves
que sorprendía tanto que Rodrigo Rato hubiera aceptado la presidencia de la
nueva entidad como determinadas decisiones inciales (http://www.cotizalia.com/valor-anadido/rodrigo-extrana-familia-20110124-4746.html)
y se barajaban hipótesis sobre posibles operaciones corporativas de gran calado
que resolvieran de una tacada las deficiencias del nuevo banco. Pero nada de
esto se concretó y, siendo cierto que en inglés se utiliza la expresión too big to fail (demasiado grande para
fracasar) para hablar de entidades cuya dimensión hacen inviable su quiebra,
por los colosales efectos negativos que la misma tendría sobre el conjunto del
sistema económico, en este caso la dimensión de BFA-Bankia ha sido la clave
para explicar el desenlace de los acontecimientos. Diversos organismos
internacionales, como el FMI y el BCE, apuntaron el riesgo que suponía que, en
relación a una entidad de las dimensiones de BFA-Bankia (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/05/07/rodrigo-rato-dimite-como-presidente-de-bankia-goirigolzarri-sera-su-sustituto-97526/),
hubiera dudas sobre su nivel de solvencia y exigió medidas. La negativa de
Deloitte a firmar las cuentas de BFA dejó sin opción al Gobierno.
3.- ¿Cómo ha tenido lugar dicha nacionalización? BFA, tras la
fusión, ya obtuvo un préstamo del Fondo de Reestructuración y Ordenación
Bancaria (FROB) de 4.465 millones de euros. El medio para la nacionalización ha
sido el de la capitalización de dicho préstamo, es decir, su conversión en
acciones, de modo que el Estado pasa a ser el accionista hegemónico de BFA (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/09/economia/1336571146.html).
4.- ¿Era previsible este desenlace? Un hecho que, visto en
perspectiva, añade elementos de crítica sobre todo el proceso de reforma
financiera emprendido en España desde el inicio de la crisis, es que Moody’s ya
advirtió de los riesgos del esquema de “banco malo” que estaban creando
diversas entidades (http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/moodys-bankia-caixa-bancos-malos-20110601-79453.html),
haciendo mención concreta en su informe al BFA. Con independencia de los
argumentos de Moody`s, que pueden resultar más o menos discutibles, lo que sí
es cierto es que se llevó a cabo la fusión de cajas que estaban lejos de
disfrutar de una posición mínimamente satisfactoria (http://www.cotizalia.com/valor-anadido/bancaja-madrid-burro-grande-20100611.html),
cuando lo lógico hubiese sido bien proceder primero a su saneamiento bien que
una entidad completamente saneada y con suficiente margen de maniobra hubiera absorbida a las cajas afectadas. A partir de
un planteamiento inicial erróneo, todo lo que ha sucedido después era casi
inevitable.
5.- Y ahora, ¿qué? Como hemos señalado con anterioridad, los problemas
que han llevado a la nacionalización de BFA-Bankia residían en la matriz, en
BFA. Que todo el proceso de comunicación de las medidas adoptadas ha sido un
desastre, lo confirma el hecho de que el pasado 17 de mayo, una oleada de
rumores provocó la fuerte caída en bolsa de las acciones de Bankia y salió a la
luz una posible caída en el volumen de depósitos de la Entidad (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/17/economia/1337245793.html).
Ningún responsable público mencionó el hecho de que el origen de la
intervención del Gobierno no estaba en Bankia y, de hecho, esta última se creó
para que el grupo concentrara en una nueva entidad los activos saneados. A
pesar de esta realidad, los temores y el pánico surgidos de una situación de
confusión han podido más que una visión racional de la cuestión.
En este contexto, es donde hay
que situar la nueva reforma financiera que se aprobó el pasado 11 de mayo. Si
en una entrada anterior hablábamos de las diez reformas anteriores realizadas
en España en relación al sistema financiero (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/02/allegro-ma-non-troppo.html),
la nueva hace ya la undécima. Pienso que buena parte de su propósito es para
apaciguar los ánimos en el exterior ante una doble evidencia: la de que los
sucesivos anuncios de reformas financieras “definitivas” han sido un fiasco y
la del fracaso del ajuste progresivo para lograr el saneamiento del sistema.
Esta nueva reforma incide, básicamente, en obligar a las entidades financieras
a dotar provisiones por los activos inmobiliarios no problemáticos ligados al
crédito promotor, es decir, aquellos que no han manifestado, hasta la fecha,
problemas de impago y, por otro lado, en crear Sociedades de Gestión de Activos
(SGA) con el fin de trasladar a las mismas los activos inmobiliarios
problemáticos que están en los balances de los bancos y que estos queden
limpios de los mismos. Vamos a ver por separado cada uno de estos aspectos:
1.- Dotaciones por activos inmobiliarios no problemáticos.- El Real
Decreto Ley 18/2012 obliga a las entidades a elevar la dotación sobre los
activos inmobiliarios no problemáticos ligados al crédito promotor del 7% al
30%. Como el volumen de dichos activos es de 123.000 millones de euros, las
nuevas provisiones ascenderán a unos 30.000 millones de euros. Antes del 11 de
junio de 2012, las entidades deberán presentar al Banco de España los planes de
cumplimiento de las nuevas provisiones, quien deberá valorarlos y decidir si su
adopción implica un déficit de capital o recursos propios (tengamos en cuenta
que estas dotaciones reducirán beneficios e, incluso, pueden acabar provocando pérdidas
en las cuentas de resultados de los bancos, mermando, en consecuencia, su nivel
de recursos propios). En caso de que se considere que pueden incurrir en dicha
circunstancia, el Banco de España obligará a adoptar medidas para paliar dicho
déficit, existiendo como último recurso la posibilidad de recurrir al FROB que
aportará fondos bien mediante la compra de acciones bien mediante la
suscripción de los llamados bonos convertibles contingentes (la aportación de
recursos públicos por esta vía se haría a un tipo de interés del 10%).
2.- Creación de las SGA.- Las entidades bancarias deberán
transferir, con carácter obligatorio, a estas sociedades los activos
inmobiliarios problemáticos adjudicados. Estas sociedades deberán vender, como
mínimo, un 5% de su cartera cada año. Es decir, si cumplen con el precepto
legal, las entidades financieras tardarían ¡¡¡20 años!!! en deshacerse de toda
la cartera de activos inmobiliarios adjudicados…
3.- Valoración independiente de toda la cartera de activos del sistema
financiero.- Finalmente, dos sociedades independientes valorarán toda la
cartera de activos (no sólo los ligados al sector inmobiliario) del sistema
financiero español. El fin de esta medida es acabar con las dudas que hay en el
exterior respecto a la veracidad de las cuentas de nuestros bancos.
Por todo lo comentado, parece
deducirse que en el seno de las autoridades económicas existe poco optimismo
sobre una mejora rápida de la situación económica, en general, y del mercado
inmobiliario, en particular (dado el ritmo de venta impuesto a las SGA). Y,
además, creo que sigue sin hacerse de una vez el saneamiento de todo el sector
financiero. Revisemos cálculos que ya hicimos en otras entradas.
1.- Las pérdidas estimadas para
todo el sistema financiero español serían de 226.700 millones de euros.
2.- Las provisiones existentes a 31
de diciembre de 2010 eran 85.013 millones de euros.
3.- En consecuencia, las pérdidas
a cubrir eran de 141.687 millones de euros (Epígrafe 2 – Epígrafe 1).
4.- Adicionalmente, las provisiones
a las que obligan los RDL 2/2012 y 18/2012 suman 80.000 millones de euros.
5.- Por otra parte, el
saneamiento de Bankia asciende a 7.000 millones de euros.
6.- Finalmente, el incremento de
provisiones a 31 de diciembre de 2011 en relación al 31 de diciembre de 2010
(según el último Informe de Estabilidad Financiera publicado por el Banco de
España: http://www.bde.es/webbde/es/secciones/informes/boletines/Informe_de_Estab/anoactual/)
ha sido de 5.721 millones de euros.
7.- De todo ello, resultaría que
las pérdidas pendientes de cubrir (Epígrafe 3 – Epígrafes 4, 5 y 6) serían de 48.966
millones de euros.
El motivo básico que lleva a que
existan pérdidas sin computar es que todas las medidas se centran en el crédito
promotor cuando existen pérdidas latentes en las hipotecas a particulares, en
la medida en que existen operaciones de aplazamiento de pago que no figuran
oficialmente en mora pero que son, en realidad, operaciones que deberían
constar en la cartera de impagados, a simples efectos de prudencia valorativa,
ya que sus titulares han demostrado su incapacidad actual para hacer frente a
la devolución de las operaciones.
¿Alguien ha pensado en esto a la
hora de encargar a dos compañías extranjeras (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/17/economia/1337232721.html),
la valoración de toda la cartera de activos de nuestros bancos, compañías
habituadas a criterios de valoración mucho más estrictos que los utilizados en
nuestro país? Siempre hemos defendido que, en vez del allegro ma non troppo habría que aplicar el allegro molto vivace pero, evidentemente, llevado a cabo y
protagonizado por nosotros mismos y no por alguien traído de fuera. Sólo un ejercicio
absolutamente interno de transparencia permitiría restaurar nuestra
credibilidad como país (con esta decisión, ¿dónde queda el prestigio, ya
seriamente tocado, del Banco de España?). Con toda sinceridad, no sé a dónde
nos llevará la alternativa diseñada…
(*) El título de esta entrada
está inspirada en el relato más conocido del escritor guatemalteco Augusto
Monterroso (1921-2003), que es, probablemente, el microrrelato más célebre de
la historia de la literatura.
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