Terminamos, en la anterior entrada, con la pregunta sobre cómo se podía conseguir retomar una senda de crecimiento en el contexto de la política de deflación de precios y salarios adoptada. En términos del modelo OA-DA, la cuestión era cómo conseguir trasladar la línea OA a la derecha:
La reducción de salarios en términos monetarios es un mecanismo para ello pero, resulta obvio que, a su vez, traslada a la línea DA a la izquierda, por lo que el resultado global de esta estrategia es indeterminado.
Tomar medidas para mejorar las estructuras productivas y el
marco institucional para hacer una economía más dinámica y flexible, es un
camino complementario. De hecho, el Real Decreto Ley 20 /2012 afirma:
“Las nuevas reformas estructurales son también claves no solo
para garantizar que nuestro país flexibiliza su estructura productiva y se
prepara de modo óptimo para la siguiente fase expansiva del ciclo, sino para
generar crecimiento adicional y compensar parcialmente de esta forma el impacto
restrictivo de la política fiscal a corto plazo. A medio plazo, los dos tipos
de reformas combinarán efectos en la misma dirección y serán inequívocamente
positivas para recuperar el crecimiento de la economía, de la producción y del
empleo.”
En realidad, salvo la reforma laboral, reformas estructurales
se han hecho pocas y escasamente contundentes. Entonces, ¿qué idea existe para
reactivar, de algún modo, el crecimiento de la producción de bienes y
servicios?
Analizando entre líneas diversas disposiciones legales,
diversas noticias y diversos hechos, aparentemente inconexos entre sí, pero
situándolos en su contexto, me parece que existe una línea de acción, que no se
quiere confesar pero está claramente presente. Veamos:
1.- Resulta curiosa toda la historia organizada en torno al
proyecto de Eurovegas, con varias administraciones y varias zonas geográficas disputándose
la instalación del mismo:
2.-
El mismo día que se aprobó el “gran recorte” que estamos analizando, el
Gobierno aprobó el anteproyecto de reforma de la Ley de Costas (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/13/natura/1342188765.html).
Por dicho anteproyecto, se reforma la Ley de 1988 y se prorroga hasta 75 años
la duración de las concesiones de los inmuebles edificados junto al mar, de
forma que no podrán ser derribados hasta el año 2093 (hasta ahora, el Estado
otorgaba un derecho de uso a quienes figuraban como propietarios de los citados
inmuebles por un período de 30 años, el cual era ampliable hasta los 60 en caso
de existencia de sentencia judicial que acreditara la mencionada propiedad).
Por otro lado, los chiringuitos de playa disfrutarán de una concesión temporal
de cuatro años (frente al año que ahora duraba dicha concesión).
3.- En el mismo RDL 20/2012, como ya vimos, se obliga a las
zonas de gran afluencia turística (ciudades con más de 200.000 habitantes y que
hayan registrado más de 1.000.000 de pernoctaciones anuales o una afluencia
superior a 400.000 pasajeros en cruceros), a delimitar, obligatoriamente, un
área con plena libertad comercial. Actualmente, los requisitos fijados los
cumplen: Comunidad de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla, Zaragoza,
Málaga, Alicante, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de
Tenerife, Córdoba, Granada y Cartagena.
4.- El pasado 5 de julio de 2012, se anunció que la
Diputación Provincial de Málaga iba a fusionar tres organismos provinciales: el
Patronato de Turismo de la Costa del Sol, la Sociedad de Planificación y
Desarrollo (SOPDE) y la Empresa Pública Provincial para la Vivienda de Málaga
(Emprovima). El organismo resultante se dedicará primordialmente a la
planificación y promoción turística (http://www.diariosur.es/20120705/local/malaga/diputacion-fusionara-patronato-turismo-201207051236.html).
Parece que la estrategia que se quiere seguir es potenciar un
sector como el turismo, que puede poner en valor una parte importante del stock
inmobiliario pendiente de venta, que permite incorporar al mercado de trabajo a
gran cantidad de personas en desempleo, en la medida en que no requiere de una
cualificación técnica específica y que, incluso, puede servir para que los
desempleados de la construcción puedan volver a trabajar y el propio sector
repunte, al tener que crear las infraestructuras necesarias para modalidades
turísticas no desarrolladas (como el turismo de casinos que representa
Eurovegas). Simultáneamente, para el resto de países de la Unión Europea, esta
opción no es problemática ya que, a fin de cuentas, desarrollaría un sector que
no entra en competencia con los principales sectores que representan generación
de valor en los países europeos más importantes (actividades tecnológicamente
avanzadas, con gran capacidad exportadora)…
Si esta tendencia, apenas insinuada, fuera así, tendríamos
serios motivos para preocuparnos. No porque haya que menospreciar un sector que
constituye uno de los principales activos de nuestra economía. Sino porque, a
pesar de este hecho, no debe ser el sector clave que haga de locomotora para
toda ella. El sector turístico, por su propia naturaleza, y la mayoría de
las actividades que puede llevar asociadas, pueden aportar escasos crecimientos
importantes de la productividad de nuestro sistema económico y, como ya
explicamos en una entrada anterior, si la productividad no crece, nuestro nivel
de vida a largo plazo tampoco crecerá (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/09/rio-arriba-o-cual-es-el-origen-de.html)
Y si hemos llegado, quizás, al punto de tener que aferrarnos
al turismo como un clavo ardiendo para lograr superar la crisis, ello no es
fruto de ninguna fatalidad sino producto de una acumulación de desatinos, en
líneas estratégicas fundamentales, que ahora estamos pagando. A saber: un
sector público mal diseñado, sobredimensionado en muchas áreas e
infradimensionado en otras (agravado ello, además, por la actuación de un
Estado de las Autonomías con un sistema de financiación claramente inadecuado);
un sistema energético ineficiente (con una apuesta poco fundamentada por las
energías renovables: http://www.abc.es/20120522/economia/abci-deficit-tarifa-electrico-roza-201205221913.html),
que transmite sus elevados costes a todo el sistema económico; un sistema
educativo cuya pérdida de calidad (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/18/espana/1342618671.html)
dificulta la formación de personal altamente cualificado para sectores
tecnológicos avanzados; y, finalmente, un sistema financiero cuyos problemas
son bien conocidos por quien sea lector de este blog.
Pero, en esta tesitura, ¿existen alternativas? A ello nos
dedicaremos en la próxima entrada…
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