El pasado 20 de julio, se hacía público que, por primera vez desde 1986, Microsoft había presentado pérdidas en su actividad (http://www.libremercado.com/2012-07-20/microsoft-registra-sus-primeras-perdidas-trimestrales-desde-1986-1276464315/ ). En el cuarto trimestre de su ejercicio fiscal, la empresa de Redmond declaró unos resultados negativos de 492 millones de dólares, frente al beneficio de 5.784 millones de dólares del mismo período del año anterior. La causa fundamental de estas cifras radicaría en el impacto negativo derivado de la adquisición de la compañía de marketing digital aQuantive (realizada en agosto de 2007 por un importe aproximado de 6.300 millones de dólares). Microsoft habría contabilizado 6.200 millones de dólares por depreciaciones en el valor de su negocio on line, relacionadas, en su mayor parte, precisamente, con la actividad de aQuantive. A pesar de ello, los ingresos de la compañía han vuelto a batir su record anterior, alcanzando los 18.000 millones de dólares. Las divisiones de servidores y las de herramientas empresariales y de negocio (con el paquete Office a la cabeza) son las más positivas para la empresa. Como elementos negativos, se mencionan el freno de ventas de PC y, según se desprende de lo dicho con anterioridad, el mal comportamiento de la división on line.
El momento
en que se produce esta presentación de resultados no puede ser más
significativo: en pleno combate por el triunfo o no de la nube como
sistema de custodia de ficheros (es decir, la posibilidad de prescindir del
archivo físico y utilizar, en su lugar, un archivo virtual externo al propio
equipo) y en plena efervescencia por la aparición de tabletas que buscan
consolidarse como dispositivos estándar y con varios modelos disputando el
liderazgo. Esta segunda pugna está íntimamente relacionada con la primera, en
la medida en que Apple (que ha sido la compañía que ha impulsado el mercado de
las tabletas con los iPad) ha apostado claramente por la nube como
sistema de archivo y sus dispositivos están orientados hacia ese modelo.
En dicha
coyuntura, Microsoft ha presentado Surface (http://www.fayerwayer.com/2012/06/ya-puedes-ver-la-presentacion-completa-del-microsoft-surface-en-video/ y http://www.genbeta.com/movil/la-misteriosa-presentacion-de-microsoft-trajo-una-tablet-con-nombre-conocido-surface), la tableta con la que piensa imponer
su dinámica en este singular combate (este dispositivo que saldrá a la venta,
probablemente, en octubre ya tiene web propia: http://www.microsoft.com/surface/en/us/default.aspx ).
Resulta
bastante obvio que si la empresa fundada por Bill Gates ha llevado a pérdidas
toda su inversión en aQantive, la conclusión elemental a extraer es que Surface
no va a explotar todos los servicios que dicha firma podría ofrecer a través de
la nueva tableta. De hecho, que Surface parezca ofrecer la posibilidad de
convertirse en un pequeño portátil nos lleva a pensar que el propósito de
Microsoft es conseguir que todo el mercado gire en torno a la concepción
tradicional que, de la informática, siempre ha mantenido el gigante de Redmond:
Windows como sistema operativo (en relación a Surface, su última versión, el
Windows 8), archivo físico, productos para todo el mercado y todo tipo de
clientes y no sólo para segmentos específicos…
Por todo
ello, este otoño-invierno puede tener lugar la batalla decisiva para determinar
qué papel van a jugar los gigantes de la informática en el tablero de ajedrez
del sector. En el fondo, qué bocado del pastel van a poder llevarse,
fundamentalmente, Google y Apple de los cambios que se están produciendo y si
van a poder desbancar del liderazgo global a Microsoft o si este va a verse
seriamente quebrantado en el futuro inmediato.
Google busca
ser la gran alternativa a Microsoft. Su sueño sería que su sistema operativo
Android se convirtiera en el estándar, que sus servicios en línea (Gmail,
Google Docs, Google+, Google Chrome como navegador, Blogger, You Tube) fueran
la base operativa para la gran mayoría de los usuarios y que la nube pasara
a ser la modalidad de archivo básica. Sabe que eso sólo puede materializarse a
largo plazo, pero en ello está y eso explica que haya decidido entrar en la
batalla de las tabletas con Nexus 7, la cual se venderá a un precio de 199
euros (http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2012/06/27/es-la-guerra-google-entra-en-el-negocio-de-las-tablets-con-nexus-7-por-solo-199-dolares-2661/ ), dispositivo que puede ser una
especie de “caballo de Troya” en el camino hacia el triunfo de su modelo. El
gran problema de Google: los temores y recelos que genera la enorme cantidad de
información que dispone de sus usuarios y clientes y que ya la está llevando a
batallas administrativas y judiciales de cierta envergadura (como se puede ver
en http://www.elmundo.es/elmundo/2012/05/07/navegante/1336410625.html o en http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/09/navegante/1265708281.html ).
La posición
de Apple es distinta. Si en los 80 fue la firma que revolucionó el mundo de la
informática, el triunfo de Microsoft la obligó a convertirse lo que se denomina
(en expresión poco afortunada) un jugador
de nicho, es decir, en una empresa que dirige su producto o servicio a
segmentos muy concretos del mercado, tradicionalmente usuarios tecnoadictos o muy
preocupados por la calidad de la imagen (arquitectos, diseñadores gráficos,
dibujantes…). Sobre esta base, y tras la reincorporación del fundador de la
compañía, Steve Jobs, en el año 1997, amplió su público potencial con la
invención del iPod, el iPhone y el iPad y la apertura de la tienda de música on line iTunes. Aunque está en mejores
condiciones que hace unos años para convertirse en el líder del mercado, no
está claro que esa sea la intención de Apple. Aunque el éxito de sus
dispositivos puede generar por sí mismo, un aumento sustancial de su cuota de
mercado, no es evidente que la estrategia de la compañía se oriente hacia la
obtención de una posición de liderazgo global.
Por todo lo
dicho, la batalla parece estar centrada entre Google y Microsoft. Microsoft
aventaja a Google en cuanto a dominio de las sucesivas versiones de Windows
como sistema operativo, del paquete Office y del software de gestión Navision.
Google saca la delantera a Microsoft en todo lo relativo a los servicios on line. El buscador de Google mantiene
una distancia sideral con Bing, el buscador de Microsoft. El navegador de esta
última, el Internet Explorer, cede terreno a pasos agigantados ante el
navegador de Google (el Chrome) y ante el Firefox (http://www.libertaddigital.com/internet/firefox-35-ya-es-el-navegador-mas-usado-1276379745/
). Aunque Microsoft y Yahoo! llegaron a formalizar, en julio de 2009, una
alianza para hacer desaparecer ese dominio abrumador en la red (http://www.libertaddigital.com/internet/la-alianza-entre-yahoo-y-microsoft-crea-un-coloso-aun-por-detras-de-google-1276366432/
), es obvio que los objetivos de la misma han quedado lejos de su propósito.
En resumen,
a partir del lanzamiento de Surface y de la nueva versión del sistema operativo
de Microsoft (el Windows 8) y de la conversión del correo tradicional on line de Microsoft (Hotmail) en Outlook.com (según se ha anunciado en el día de hoy: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/07/31/navegante/1343752464.html), a lo largo del año 2013 vamos a ver, con toda seguridad,
la batalla final entre estas dos compañías. Y será la hora de dilucidar el gran
misterio: si Microsoft iniciará el camino de su decadencia o si será capaz de
reinventarse, adaptando sus productos a los cambios que han tenido éxito en los
últimos años. En los próximos meses, tendremos la respuesta: o cambio radical
del paradigma (con Google como nuevo líder), o simple modificación dentro del
paradigma dominante (con renovación del liderazgo de Microsoft)… Nos esperan
momentos emocionantes…
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