DRAGHI COGIÓ SU FUSIL




El pasado 7 de septiembre, Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo (BCE), anunció (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/06/economia/1346935025.html) cómo iba a actuar la institución que preside de cara a resolver los problemas de deuda pública que se han ido agravado, sobre todo, en España, aunque persisten en otros países de la Unión Europea como Grecia, Portugal o Italia (con riesgos de extenderse a Francia y Bélgica).







Ante todo, conviene aclarar la naturaleza del problema. Ya explicamos en una entrada anterior (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/06/tu-madre-se-subio-un-ciruelo.html) cómo la incertidumbre existente sobre elementos fundamentales de la economía española (cifras de déficit público, situación real del sistema financiero, naturaleza de las medidas que iban a ser aplicadas) provocó que los inversores se retrajeran de la compra de títulos de deuda pública de nuestro país y aquellos que tenían esos mismos títulos en cartera empezaran a deshacerse de ellos. Como consecuencia, el tipo de interés de nuestra deuda pública empezó a subir y, por tanto, el diferencial del mismo con el bono alemán (diferencial que es el que recibe el nombre de prima de riesgo). Observemos que, en ese proceso, confluyen dos hechos que conviene diferenciar claramente:

1.- Por un lado, está la subida de tipo de interés de la deuda pública, que implica que los pagos del Estado en concepto de intereses aumente. Es decir, los gastos públicos aumentan y ello dificulta que se cumplan los objetivos de déficit previstos.

2.- Por otro lado, y este elemento se menciona menos, lo que existe en el fondo de esa subida es la resistencia a suscribir deuda pública de nuestro país. Es decir, la subida acelerada de la prima de riesgo es un indicador de que hay una serie amenaza de que no exista financiación para cubrir el déficit público. Ello implicaría, lisa y llanamente, que el Estado no tendría recursos para afrontar sus pagos y tendría que afrontar su bancarrota.

Una posible bancarrota tendría efectos desastrosos en toda la Unión Europea (y no sólo en la Unión Europea) debido al tamaño de nuestra economía, por lo que, cuando surge un problema de este tipo, la estrategia a seguir siempre se compone de dos elementos:

1.- Se proporciona a dicho país financiación para evitar su bancarrota.

2.- Se condiciona dicha financiación a que el país establezca un programa de recorte del déficit público para corregir la causa del problema.

La gran paradoja del caso español es que sí que ha hecho recortes siguiendo las directrices marcadas por la Unión Europea (como explicamos en sucesivas entradas de este blog: http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate.html, , http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate_17.html.http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate_16.html...) y los mismos no han servido para restablecer la confianza en los mercados (posiblemente, porque el sentido de los recortes está mal enfocado; por ello, siempre hemos propuesto en este blog la aplicación del Presupuesto Base Cero).

Ante la paradoja que todo ello suponía (y antes que admitir que algo falla en todo el diseño de la Eurozona), se ha ido imponiendo la opinión de que existe un componente muy importante de ESPECULACIÓN en el valor que determinadas variables económicas han alcanzado y que había que tomar medidas para atajar este hecho.

El plan anunciado por Mario Draghi para atajar el problema tiene las siguientes características:

1.- El BCE comprará deuda pública española en los mercados, con el fin de que baje su tipo de interés y, en consecuencia, la prima de riesgo (las compras se realizarían en el llamado mercado secundario, es decir, donde cotiza la deuda pública una vez que la misma ha sido emitida). Draghi recalcó que la cantidad a comprar es, en principio, ilimitada.

2.- Acomodándose al esquema de dos pilares por el que, como antes hemos explicado, se rige cualquier programa de asistencia financiera, el BCE condiciona ese primer paso a que el Gobierno de España solicite formalmente el rescate a la Unión Europea. Recordemos que, hasta la fecha, el único rescate oficial existente es el que afecta al saneamiento de nuestro sistema financiero (por lo que se trataría de pedir un segundo rescate para el sector público de nuestro país).

3.- A raíz de dicha petición formal, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) podrían suscribir directamente deuda pública española (en el llamado mercado primario, es decir, en el momento en que la misma sea emitida).

4.- Volviendo a la acción a realizar por el BCE, el mismo renuncia a su “preferencia de cobro”. Esto es importante. Se trata de que, en caso de suspensión de pagos de España y reestructuración subsiguiente de la deuda, el BCE no tendría privilegios frente al resto de acreedores. De este modo, se elimina el riesgo de que los inversores se retraigan ante el temor de ver perjudicada su posición por la presencia de un organismo que va a cobrar de forma preferente. (Es decir, ¿para qué ponernos en una cola donde el primero va a ser siempre el BCE y que, cuando nos toque, no va a quedar nada para nosotros?).

5.- Ante el temor de que la inyección de liquidez que las compras de títulos de deuda por parte del BCE suponen, acabe en un fuerte aumento de la inflación,  dichas compras van a ser “esterilizadas”. Explicación: por un lado, estas compras aumentan la cantidad de dinero existente; por otro lado, el BCE venderá títulos de su cartera para retirar dinero en la misma cuantía. Por tanto, el efecto del plan sobre la cantidad de dinero en circulación es neutral y la inflación no tiene por qué verse afectada. El mecanismo, por tanto, sería similar al de la “Operación Twist” puesta en marcha por la Reserva Federal estadounidense (http://www.cotizalia.com/noticias/2011/09/21/operacion-twist-la-fed-compra-400000-millones-en-deuda-a-largo-plazo-73396/). Se compran títulos a largo plazo, bajando el tipo de interés de estos y se vende, posiblemente, títulos a corto, cuyo tipo de interés subirá pero, al tener un nivel menor, la subida se considera asumible.

Como todo lo que sucede en las instituciones de la Unión Europea, el planteamiento expuesto sirve para avanzar pero no para rematar. Observemos que el anuncio no supone el inicio de ninguna actuación. Todo está condicionado a que España realice la solicitud formal, se negocien las condiciones, se apruebe en las instancias comunitarias y, entonces y sólo entonces, se pondrá en marcha el plan anunciado. Recordarán que, en julio, analizamos en este blog el film Malas noticias (Too big to fail). Allí, se hacia una metáfora que es perfectamente aplicable a este caso. Se decía que el Secretario del Tesoro (con el fin de parar todas las turbulencias originadas en torno a los problemas de Lehman Brothers) tenía que tener disponible un bazooka, no porque lo fuera a utilizar, sino para que todos supieran que lo podía utilizar (el bazooka era el conjunto de recursos a su disposición para sanear el sistema financiero estadounidense). El anuncio de Draghi sigue, en gran medida, esta filosofía. Con la mera exposición del plan, las perspectivas de obtener beneficios especulando con subidas de la prima de riesgo y caídas de cotización de la deuda se diluyen en gran medida. Como se observa en el siguiente gráfico, el mero anuncio surtió el efecto que se pretendía con el plan expuesto (la bajada del tipo de interés de la deuda española, aquí expresado a través de la rentabilidad del bono a 10 años):





Mientras tanto, ni el Gobierno tiene claro si se pedirá o no el rescate (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/12/espana/1347431871.html), ni en la Unión Europea se tiene claro si Grecia permanecerá (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/08/economia/1347122555.html) o no (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/17/economia/1345190575.html) en el euro, ni tampoco sobre qué medidas hay que adoptar (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/08/30/el-presidente-del-bundesbank-estudia-dimitir-si-merkel-apoya-la-compra-de-bonos-por-el-bce-104535/). Eso sí, Draghi tiene preparado el bazooka. Por si acaso…



Comentarios

  1. Hay posibilidades que la prima de riesgo suba nuevamente ya que las medidas no está claro cuando se implementarán y si está claro que por ahora dinero no ingresa del BCE u otro organismo de la U.E.

    Te pregunto José Manuel ¿Quien está comprando ahora deuda española?

    Mi pregunta está realizada con un poco de sorna pués sea quien sea, serán lo que algunos llaman LOS ESPECULADORES (malditos) pero que sucede si ellos se retiran del mercado y no compran (mas malditos todavía)

    Y parafraseando a los de Supertramps con su tema "CRISIS ¿QUE CRISIS? - PRUDUCCIÓN ¿QUE PRODUCCIÓN? ¿QUE ES ESO

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    1. Que la prima de riesgo vuelva a subir es una posibilidad real porue no hay un plan concreto para atajar las causas. Quien esté comprando deuda española, bendito sea, porque si no la comprase el recorte a realizar de aquí a mañana en todas las administraciones sería del orden de 130.000 millones de euros (déficit + devoluciones de deuda anterior). ¿Hay especulación? La pregunta sería qué entendemos por especulación. ¿Se podría especular a la baja con acciones de Apple o de Inditex o con bonos alemanes? Posiblemente, no. Al final, la especulación es aprovecharse de algo que vaticinas que va a suceder (en función de circunstancias económicas) y, al negociar con los valores, aceleras la llegada de ese algo. Siempre se especula a la baja con valores que ya son débiles de por sí.

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