SIGA LA LÍNEA Y VERÁ DÓNDE ACABA…








El pasado 9 de noviembre, se hizo público un informe de la OCDE titulado Looking to 2060: A Global Vision of Long-Term Growth (es decir, Mirando a 2060: Una visión global del crecimiento a largo plazo). En el siguiente enlace, pueden acceder al informe completo: http://www.oecd.org/eco/economicoutlookanalysisandforecasts/lookingto2060.htm.


Las principales previsiones del informe son las siguientes:


1.- La economía mundial crecería a un ritmo del 2,9% en el período 2011-2060, siendo el crecimiento del PIB per cápita del 2,6%.


2.- Para los países no pertenecientes a la OCDE, dichas tasas serán, respectivamente, del 3,9% y del 3,7%.


3.- Para los países miembros de la OCDE, las cifras serían del 2% y del 1,6%, respectivamente.






 Fuente: OCDE




4.- Los países que tendrán un crecimiento más elevado del PIB serán: India (5,1%), Indonesia (4,1%), China (4,0%), Arabia Saudí (3,1%), México (3,0%), Sudáfrica (3,0%), Turquía (2,9%), Chile (2,8%), Brasil (2,8%) y Argentina (2,7%), Australia (2,6%), Israel (2,6%) y Nueva Zelanda (2,6%). Los países analizados para los que se prevé un menor crecimiento del PIB serán: Alemania (1,1%), Luxemburgo (1,1%), Japón (1,3%), Austria (1,4%), Grecia (1,4%), Italia (1,4%), Portugal (1,4%), Francia (1,6%), Corea del Sur (1,6%), Polonia (1,6%), España (1,7%) y Holanda (1,7%).



5.- Si consideramos el crecimiento del PIB per cápita (el cual, en última instancia, es el que ayuda a determinar el nivel de vida individual de cada persona), los países que experimentarán tasas de variación más elevadas serán: India (4,4%), China (4,2%), Indonesia (3,8%), Sudáfrica (2,7%), Brasil (2,6%), Estonia (2,6%), Chile (2,5%) y Turquía (2,5%). Los países cuyo PIB per cápita crecerá a las tasas más bajas serán: Luxemburgo (0,3%), Irlanda (1,1%), Austria (1,3%), Francia (1,3%), España (1,4%), Italia (1,3%), Grecia (1,4%), Alemania (1,5%), Israel (1,5%), Portugal (1,5%) y Estados Unidos (1,5%).




Fuente: OCDE



Resulta evidente que realizar previsiones a cuarenta y ocho años vista es altamente temerario. En ese intervalo temporal pueden ocurrir tantos cambios en las variables relevantes para el crecimiento que cualquier hecho no previsto puede alterar sustancialmente las estimaciones realizadas. Pero, sin embargo, estas previsiones sí tienen interés PARA SABER QUÉ SUCEDERÍA EN EL FUTURO PARTIENDO DE LAS CIRCUNSTANCIAS ACTUALES.


De entrada, ya hay una serie de hechos que llaman la atención:

1.- Las bajas tasas de crecimiento del PIB per cápita que se esperan para Francia, Alemania o Estados Unidos.

2.- Que países como Arabia Saudí, México o Argentina, para los que se esperan fuertes crecimientos del PIB, no experimentarían crecimientos paralelos del PIB per cápita.

3.- Que aunque Japón está entre los países con menor crecimiento del PIB, deja de estar en la parte inferior del ranking si consideramos la variación del PIB per cápita…



Pero donde quiero poner más énfasis es en las previsiones que el informe realiza para España. Observemos que el crecimiento del PIB per cápita (1,4%), se situaría en un nivel ligeramente superior al de Francia (1,3%) y ligeramente inferior al de Alemania (1,5%). Igualmente, también estaría por debajo del de países como Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Reino Unido o Suecia (en todos los casos, del 1,6%). Es decir, la perspectiva es que nuestro nivel de vida no se acerque en todo el período (2011-2060) al de los principales países de la Unión Europea.

Ya dijimos en otra ocasión (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/01/distancias-cortas-y-distancias-largas.html) que el problema no era sólo la salida de la crisis (algo que, por la propia dinámica del ciclo económico, surgirá antes o después), sino las condiciones en que se iba a producir dicha salida. En la situación actual, las previsiones no pueden ser muy optimistas. Sin embargo, hay alternativas que podrían hacer que las condiciones de nuestra economía pudieran variar sustancialmente en un sentido favorable (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate_25.html). En gran medida, es una cuestión de voluntad política y de sustituir la estrechez de la visión burocrática por la amplitud de miras que debe ir asociada a la realidad de la economía de mercado.



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