BECAUSE SOMETHING IS HAPPENING HERE/BUT YOU DON´T KNOW WHAT IT IS… (*)



Los pasados días 1 y 2 de diciembre, en www.elconfidencial.com, se publicó un reportaje en dos entregas (http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/12/01/ldquoes-imposible-ganarse-la-vida-si-no-trabajas-para-el-mercado-internacionalrdquo-110292/ y http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/12/02/los-espanoles-que-triunfan-fuera-sin-salir-de-espana-110293/) en el que se hablaba de españoles que triunfaban en el extranjero. En el mismo, aparecían los escritores Manel Loureiro, Juan Gómez-Jurado y Juan Mayorga, el director de cine Jaume Collet-Serra, el fotógrafo Álvaro Deprit, el músico Javier Corcobado y el conjunto madrileño Sweet Vandals.

Sería fácil relacionar todo ello con los datos de las personas que han abandonado el país en los últimos años (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/10/15/espana/1350297856.html). Recapitulemos las cifras. En los nueve primeros meses de 2012, se han ido de España 420.150 personas, de los cuales 365.238 eran extranjeros y 54.912 españoles. La cifra de españoles que han abandonado el país aumentó un 21,6% respecto a los primeros nueve primeros meses de 2011, período en el que los nacionales que abandonaron el país fueron 45.161. Desde enero de 2011, casi un millón de personas han emigrado fuera de España.

Como hemos dicho antes, sería fácil conectar el reportaje con esos datos. Pero sería incorrecto. Porque los españoles que han triunfado en el extranjero (con la excpeción de Collet-Serra) NO SE HAN MARCHADO DEL PAÍS… Siguen aquí, sólo que su trabajo es más valorado fuera que en España…


Esta circunstancia me ha hecho reflexionar. Y me he planteado en qué medida nuestro marco institucional y nuestras costumbres y mentalidad (lo que podemos denominar marco axiológico), a nivel general, encajan o no con el entorno económico global. Porque la forma en que nos enfrentamos a la realidad (y de eso estamos hablando cuando nos referimos al marco institucional y al marco axiológico), es clave para superar o no los problemas.

En el siglo XIX, países como Turquía y Rusia tardaron mucho tiempo en aplicar reformar modernizadoras. Y de poder equipararse a los países más avanzados, quedaron inevitablemente rezagados. Japón, en 1868, con el inicio de la Era Meiji, se introdujeron cambios que fueron fundamentales para que Japón llegara a ser una potencia mundial. España, por desgracia, no llegó nunca a liquidar definitivamente el Antiguo Régimen. De forma temprana, aprobó una Constitución avanzada, la de 1812. Sin embargo, la misma apenas tuvo vigencia. Hasta 1874, fue muy problemática la implantación del liberalismo y, cuando en 1874, se implantó un régimen estable (el de la Restauración) pronto derivó hacia el proteccionismo, el estatalismo y un corporativismo en el que se recicló la vieja mentalidad gremialista. En gran medida, ahí seguimos. Estructuras burocratizadas a todos los niveles, castas que quieren mantener su poder impidiendo el surgimiento de alternativas, oligarquías y grupos de interés que quieren sobrevivir a costa del país estrangulando los mecanismos del mercado, del Estado de Derecho o del más elemental sentido común y un inmovilismo excesivamente extendido se reflejan en una economía estancada y en una parálisis sin visos de solución. De este modo, es normal que haya gente que triunfe fuera de España y hay españoles que no tengan más opción que marcharse. No hay que extrañarse. Es un sistema anacrónico, caduco y obsoleto que ya no da más de sí.


(*) El título de esta entrada corresponde a unos versos de la canción Ballad of a thin man, de Bob Dylan.



 


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