¿ESTAMOS ONLINE U OFFLINE?










La semana pasada, un hecho que sucedió en eBay hizo famosa a la joven británica de 21 años Aimi Hodges. La chica hizo una foto de uno de sus vestidos (amarillo, de la firma Asos), con la intención de venderlo colgando el correspondiente anuncio en el conocido portal de subastas. Sin que se diera cuenta (?), ella aparecía reflejada semidesnuda en un espejo situado a la derecha del vestido. Ello provocó que la imagen corriera como un reguero de pólvora por internet y que el vestido, valorado inicialmente en 15,99 libras, alcanzara en las sucesivas pujas un precio de 150.000 libras (http://es.tendencias.yahoo.com/aimi-hodges-subasta-su-vestido-y-se-desnuda-en-ebay-145555103.html y http://www.ocio365.com/3417/una-joven-vende-un-vestido-por-ebay-y-publica-por-descuido-una-foto-de-ella-sin-ropa/). Aimi retiró rápidamente la fotografía y la sustituyó por otra en la que no aparecía la comprometedora imagen pero, para entonces, ya se había convertido en trending topic en Twitter. La gran duda que existía con posterioridad al hecho era si todo había sido un hábil truco de marketing por parte de la chica o si todo había sido fruto del azar.

Con independencia de la historia en sí, a mí me parece un indicio (como ya apunté en otra en una entrada anterior: http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/09/el-poder-de-internet.html) de que el mundo online está muy lejos de desarrollar todo el potencial que esconde y que vivimos, básicamente, en un mundo offine. Para que internet y todo su conjunto de redes sociales, blogs, negocios desarrollados a través de páginas web y creación de nuevos canales de distribución alojados en un mundo virtual alcancen su apogeo y puedan generar nuevas oportunidades dentro del sistema económico es necesario que surjan y se consoliden empresas que, desde la red, ofrezcan sus productos y servicios y ello les permita su supervivencia económica. O, más concretamente, que, gracias a que utilicen internet como vía fundamental para desarrollar su actividad, puedan ofrecer una propuesta de valor atractiva a sus clientes potenciales que sirva para, como contrapartida, generar un flujo monetario a su favor.









 Mientras que siga siendo la esfera offline la que marque la pauta, la esfera online sólo será un canal de distribución complementario que generará costes añadidos la estructura de cualquier empresa u organización o, alternativamente, sólo atraerá la atención en la medida en que ofrezca mejores condiciones relativas (básicamente, en precios). Algunos fenómenos de éxito en la red, en este sentido, son inseparables del éxito de sus protagonistas en los medios convencionales. 

Pensemos, por ejemplo, en el gran número de seguidores que tiene Lady Gaga (más de 33 millones y medio) en Twitter:





Realmente, el éxito de la artista no se debe a su éxito en Twitter, sino que es al revés: es decir, gracias su éxito como estrella musical ha conseguido tal número de seguidores en la red social.

Muchos periódicos en España cuyo funcionamiento es, exclusivamente, online (www.libertaddigital.com, www.elconfidencial.com, www.vozpopulicom, http://www.huffingtonpost.es/), también basan su consolidación en el éxito offline de sus fundadores o en el apoyo de un grupo mediático bien asentado en los medios convencionales.

Frente a esta realidad, los grandes hitos del triunfo de la esfera online (aparte de las herramientas específicas de la misma como son los buscadores -en especial, Google- o las redes sociales -como Facebook o Twitter-) son, esencialmente, excepciones a la regla. Así, cabe recordar el estallido del caso Lewinsky en Estados Unidos, provocado por un blog alejado de los medios tradicionales (http://www.drudgereport.com/), la importancia de las redes sociales en el triunfo de Barack Obama en el año 2008 (http://elespectadorimpertinente.blogspot.com.es/2011/03/el-discurso-del-rey-o-el-medio-es-el.html) o la influencia de Youtube en que los cantantes Justin Bieber o el malagueño Pablo Alborán se dieran a conocer. Por último, hay que mencionar el éxito de la web clausurada Megaupload, ahora reconvertida en Mega (http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2013/01/24/como-un-tiro-mega-supera-a-icloud-y-acecha-a-dropbox-4077/). Está por ver, en este último caso, si se encuentra con los mismos problemas, o no, que el proyecto original.

Seguramente, cualquiera de ustedes podría proporcionar ejemplos adicionales. Pero, evidentemente, la magnitud que representan en conjunto queda muy por debajo de la que todavía mantienen los medios tradicionales. Y, así, hay que acabar recurriendo a un desnudo para lograr repercusión. El problema de fondo es que, sin que las innovaciones avancen, pocas posibilidades hay de que los sistemas económicos prosperen y menos de que se vayan solucionando los problemas que actualmente nos aquejan (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/09/rio-arriba-o-cual-es-el-origen-de.html).


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