En nuestra entrada de ayer, empezamos a analizar el estado actual de la reforma financiera y vimos los dos primeros bloques de medidas adoptadas en los últimos meses: la concesión de ayudas por parte de la Unión Europea y la constitución del SAREB. Hoy, vamos a detallar cómo han sido los primeros pasos de esta última y mañana abordaremos la situación de las entidades nacionalizadas y la de las necesitadas de recapitalización.
C.- INICIO DE FUNCIONAMIENTO DEL SAREB.- Como vimos en la
anterior entrada, el SAREB, ya antes de finalizar 2012, se había dotado de recursos
para poner en marcha su actividad. Dos fechas deben ser tenidas en cuentas en
el desarrollo de la misma:
1.- El 31 de diciembre de 2012 (http://www.elconfidencial.com/economia/2012/12/31/el-banco-malo-recibe-414-millones-menos-en-activos-toxicos-de-la-banca-nacionalizada-112092/),
las entidades nacionalizadas (BFA-Bankia, Catalunya Caixa-Catalunya Banc,
NovaCaixaGalicia-Banco Gallego y Banco de Valencia) traspasaron al SAREB 36.695
millones de euros en activos inmobiliarios (Bankia: 22.318 millones de euros,
Catalunya Banc: 6.708 millones de euros, NovaCaixaGalicia: 5.707 millones de
euros, Banco de Valencia: 1.962 millones de euros). Las entidades financieras
no cobraron en efectivo por la operación (ya que, recordemos, los recursos
totales del SAREB en dicha fecha estaban en torno a los 3.816 millones de
euros) y lo que recibieron fue deuda senior emitida por el propio SAREB y avalada
por el Estado (aunque las entidades podían obtener liquidez con ella gracias a
su descuento en el Banco Central Europeo).
2.- El 26 de febrero de 2013, las
entidades con necesidades de recapitalización (Banco Mare Nostrum, Liberbank,
Caja3 y Banco CEISS) realizaron su traspaso de activos inmobiliarios al SAREB (http://vozpopuli.com/empresas/21983-acuerdo-sareb-bde-bmn-liberbank-caja-3-y-ceiss-firman-su-entrada-en-el-banco-malo),
por un importe total de 14.068 millones de euros (BMN: 5.819 millones de euros,
CEISS: 3.137 millones de euros, Liberbank: 2.900 millones de euros y Caja3:
2.212 millones de euros). El mecanismo de pago fue el mismo que en el primer
caso.
Evidentemente, el sentido de
todas estas operaciones debería ser el de acabar con la situación de colapso
actual del mercado inmobiliario y posibilitar, una vez que el mismo empezara a
reactivarse, que se entrara en una senda de recuperación económica sostenida.
Si el Gobierno y los responsables del Banco de España y del SAREB tienen esto
claro o no constituye un gran enigma porque la existencia de una política clara
de comunicación al respecto brilla por su ausencia. Fue un hecho positivo que
el Ministerio de Economía vetara la entrada de los fondos extranjeros Fortress,
Cerberus y Centerbridge (http://www.elconfidencial.com/economia/2013/02/08/economia-da-un-portazo-a-la-entrada-de-fortress-cerberus-y-centerbridge-en-el-banco-malo-114535/#),
básicamente porque sus objetivos eran obtener una elevada rentabilidad a corto
plazo y ello no sería coherente con la estrategia que el SAREB debería llevar a
cabo (aunque Banco Santander y La Caixa estaban encantados con que esos tres
fondos entraran en el accionariado del “banco malo”). Resultó, en cambio,
preocupante la tensión que se manifestó a finales de febrero entre el Banco de
España y el SAREB a la hora de concretar los precios de traspaso de los activos
inmobiliarios del Grupo 2 (http://vozpopuli.com/empresas/21888-el-bde-protege-de-la-sareb-a-bmn-caja-3-ceiss-y-liberbank-que-siguen-sin-firmar-su-entrada-al-banco-malo),
lo cual evidenció una falta de coordinación de criterios que resulta
preocupante a la altura (de la crisis) en la que estamos. Igualmente, resulta
llamativo que la primera nota informativa emitida por el SAREB en relación a
los descuentos efectuados sobre los precios en libros de los activos
traspasados contenía errores que el Banco de España tuvo que corregir (http://www.elconfidencial.com/economia/2013/02/18/el-bde-corrige-al-banco-malo-por-publicar-mal-los-precios-de-los-activos-en-su-estreno-115184/).
Lo que está claro es que la
política de venta que el SAREB va a aplicar no se va a basar en tirar los
precios para liquidar rápidamente los inmuebles (http://www.elconfidencial.com/economia/2013/02/08/el-banco-malo-vende-sus-pisos-un-25-por-encima-del-precio-al-que-los-adquirio-114481/)
y las primeras ventas realizadas se han centrado en aquellos inmuebles que
ofrecen oportunidades de conseguir precios aceptables (http://www.elconfidencialdigital.com/dinero/081295/el-banco-malo-ya-ha-comenzado-a-vender-pisos-fondos-americanos-estan-comprando-edificios-vacios-enteros-en-la-costa-del-sol).
Observemos que, en los medios de comunicación y las redes sociales, se suelen
dar por evidentes dos argumentos diferentes: que el SAREB venda sus inmuebles a
precios bajos y que este instrumento no genere pérdidas al contribuyente.
Evidentemente, ambos principios son incompatibles entre sí: si hunde los precios,
el SAREB venderá con pérdidas y, si no se quiere que tenga pérdidas, los
precios no se pueden hundir. O una cosa u otra.
En mi opinión, la prioridad debe
ser la de no tirar los precios porque, en realidad, el SAREB vendría a aplicar
una técnica similar a la que aplica la política agrícola cuando una cosecha
excepcionalmente buena hunde los precios del producto en el mercado. Lo que se
suele hacer para evitar que los agricultores vean desplomarse sus rentas es
adquirir los excedentes a un precio cercano al de la temporada anterior y
almacenarlos para evitar, con posterioridad, que los precios se disparen. Si
ello ocurre, se vuelven a lanzar dichos excedentes nuevamente al mercado y, con
ello, las tensiones alcistas desaparecen. Démonos cuenta de algo importante: el
querer evitar el desplome de precios es porque, si ello sucede, al año siguiente
se derrumbaría la producción (con lo cual los precios se elevarían
sustancialmente). Por lo tanto, controlando las bajadas se consigue que, para
el siguiente año, la producción se mantenga en niveles razonables. Si aplicamos
el mismo razonamiento para el caso que nos ocupa, si se hunden los precios del
mercado y se vacía el stock de
inmuebles, esos bajos precios impedirán la recuperación de la construcción y,
por tanto, la recuperación de la economía. Aún más, cuando el mercado se
recupere, ello se producirá con una alta probabilidad de nueva inflación el
sector inmobiliario (debido, principalmente, a las rigideces y trabas de ese
mercado en el caso español: http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/03/por-que-nadie-le-hace-caso-mr-micawber.html).
Si no hay un stock de reserva que
sirva para amortiguar esa posible subida, no habrá herramientas para frenarla.
En cambio, si los activos traspasados al SAREB se van liquidando poco a poco,
se podrían utilizar para impedir esa escalada. Por lo tanto, a pesar de la
deficiente política de comunicación, de la indefinición de la estrategia a
seguir y la descoordinación entre los distintos intervinientes, en ese punto
concreto parece que se ha seguido el camino correcto.
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