En nuestra entrada del pasado 25
de junio de 2012 (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/06/multiplicate-por-cero.html),
comentamos cómo Luis María Ansón había afirmado, en un artículo en El Mundo, que España había pagado
siempre los intereses y el principal de su deuda soberana. En realidad, tomando
como base un conocido trabajo de Carmen M. Reinhart y Kenneth Rogoff (http://www.nber.org/papers/w13882.pdf),
pudimos ver que España, en realidad, había declarado, a lo largo de su
historia, 18 suspensiones de pagos. Viendo, posteriormente, que la
proliferación de noticias incorrectas y comentarios equivocados es más usual de
lo que sería deseable, se me ha ocurrido crear una sección en el blog con el
nombre de MATRI(HISPANI)X. Básicamente, su moraleja es clara: cualquier parecido de lo que dicen los
políticos y medios de comunicación españoles con la realidad es pura
coincidencia. Habrá tiempo de irlo demostrando.
* * *
Empezaremos por un tema
aparentemente menor pero que muestra bien a las claras la ligereza con que se
realizan ciertas afirmaciones. El pasado 13 de marzo, José bono, expresidente
de Castilla-La Mancha, exministro de Defensa y expresidente del Congreso de los
diputados, dijo, en relación al anterior Papa, que “a algunos cardenales yo les
escuche decir que Benedicto XVI se pasaba el día leyendo y escribiendo y
eso está muy bien para un monje, un Papa tiene que dedicar tiempo a poner orden
y a que los mayordomos no le roben papeles” (http://www.europapress.es/sociedad/noticia-conclave-bono-asegura-iglesia-necesita-papa-cercano-vigor-meter-curia-vereda-20130313112659.html).
Podría pensarse que, antes de hacer esta afirmación, el señor Bono se aseguró,
de algún modo, que los hechos confirmaban tal aseveración. Vamos a comprobar
que no es así.
Aunque, obviamente, no podemos
averiguar cuánto leían los distintos papas, sí podemos hacernos una idea de
cuánto escribían. En el siguiente cuadro, hemos indicado, para cada papa, desde
1878, cuántas encíclicas escribieron (hacemos excepción de Juan Pablo I, quien,
por su corto pontificado, no tuvo tiempo material de escribir ninguna):
Fuente: www.vatican.va
Si ordenamos a los distintos
pontífices por el número de encíclicas escritas por año, vean qué posición
ocupa Benedicto XVI:
Fuente: www.vatican.va
¡Oh, sorpresa! Resulta que ocupa
la última posición…
Podemos hacer una corrección a
las cifras. Recordemos que Benedicto XVI escribió una trilogía sobre la vida de
Jesús (http://biblio3.url.edu.gt/SinParedes/08/Benedicto-XVI-Jesus.pdf,
http://www.casadellibro.com/libro-jesus-de-nazaret-desde-la-entrada-en-jerusalen-a-la-resurreccion/9788499200781/1835262,
http://www.casadellibro.com/libro-la-infancia-de-jesus/9788408039433/2048266).
Incluyamos las tres obras dentro del cómputo de encíclicas escritas, a ver qué
sucede:
Fuente: www.vatican.va
Se puede ver que lo único que se
consigue con ello es que, en vez de figurar en la última posición, Benedicto
XVI pasa a estar en la penúltima.
Es decir, frente a las palabras
de José Bono, que dice que Benedicto XVI se dedicaba a escribir, los datos nos
indican que ha sido uno de los pontífices que menos ha escrito en los últimos
125 años.
Como ven, nuestros políticos se
preocupan poco por los datos. En realidad, prescinden absolutamente de ellos si
así consiguen un buen titular. En sucesivas entregas, veremos cómo hay ejemplos
peores que este y cómo el problema no afecta sólo a los políticos.
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