Continuemos con los cuatro
bloques que nos quedaban por ver para terminar de repasar el Plan de “Reformas”
aprobado por el Gobierno el pasado 26 de abril.
5.- Ley de Desindexación de la Economía Española.- Esta medida
constituye una novedad llamativa y creo es una forma un poco tosca de pretender reducir el gasto de las Administraciones Públicas. El objetivo del proyecto de ley (que estará aprobado en el cuarto trimestre de 2013) consiste en que los salarios y los contratos públicos dejarán de indexarse en relación al Indice de Precios al Consumo (IPC), de forma que se creará una nueva regla de indexación, alternativa al IPC, para todas las rentas públicas, quedando las pensiones al margen de esta disposición. Con la indexación o actualización según el IPC, los salarios que percibían los empleados públicos y las contraprestaciones que cobran los proveedores como pago a los servicios contratados por la Administración se iban actualizando según la evolución del nivel general del precios. Ahora, la actualización se realizará según una nueva regla por determinar y hay que empezar a sospechar que la finalidad será que las subidas de sueldos y contraprestaciones quedarán por debajo de la inflación, perdiendo valor real. Aparte de que el procedimiento para contener el gasto público es un poco pedestre (y considero que inútil en el caso de los contratos públicos, ya que, a partir de su aprobación, los proveedores públicos, a la hora de realizar sus ofertas a la Administración, tenderán a elevar precios para cubrirse las espaldas ante eventuales deterioros del valor real de las contraprestaciones), coincide en el tiempo con una fuerte reducción de la inflación como se constata en el gráfico que acompañaba a los datos de IPC publicados por el INE el pasado lunes 29 de abril.
Fuente: INE
Es decir, una medida que generará mucha polémica y cuyos posibles efectos, encima, se van a ver muy limitados por el contexto de inflación en que se va a aplicar.
Fuente: INE
Es decir, una medida que generará mucha polémica y cuyos posibles efectos, encima, se van a ver muy limitados por el contexto de inflación en que se va a aplicar.
6.- Ley de Garantía de la Unidad de Mercado y Plan de Racionalización
Normativa.- Como pueden ver en la página 54 de la "Estrategia Española de Política Económica" (http://www.lamoncloa.gob.es/nr/rdonlyres/11bdf744-55af-4a0c-9bb8-57f9c538016c/0/120927_estrategiaespa%C3%B1olapoliticaeconomica3.pdf), ya se hablaba de esta norma, que se encuadra dentro de un Programa de Unidad de Mercado. En el primer documento, se decía que tal Programa entraría en vigor en el 4º trimestre de 2012. Ahora, será en el 2º trimestre de 2013. El eliminar trabas, barreras y obstáculos a la libre instalación de empresas y a la venta de bienes y servicios dentro del país, de forma que, si se tienen los permisos necesarios para hacerlo en una Comunidad Autónoma, se puede hacer en las restantes y no haya que realizar los mismos trámites en cada una de las Comunidades Autónomas donde un negocio piense desarrollarse, reduciría costes burocráticos y ayudaría a estimular el crecimiento. Lo que hace falta es que, de una vez, se apruebe la norma.
7.- Ley de Servicios y Colegios Profesionales.- Esta medida es otro clásico que siempre aparece en los diferentes paquetes de reformas estructurales, aunque, al final, siempre se ve limitada y condicionada. Su espíritu es el mismo que el de la ley anterior: permitir que la colegiación en un determinado sitio permita el ejercicio de la profesión en cualquier lugar de España y reducir la obligación de colegiarse a los casos estrictamente necesarios. En la "Estrategia Española de Política Económica" de septiembre de 2012 (página 58) se preveía la norma para el cuarto trimestre de 2012. Ahora, para el 2º trimestre de 2013.
8.- Buen Gobierno Corporativo y Responsabilidad Social Corporativa.- Lo que se dice al respecto en el documento presentado por el Gobierno es: "Nuevo Código de Gobierno Corporativo, con especial incidencia en retribuciones". Hay que adivinar que se trata de que las sociedades que coticen en los mercados oficiales deberán ajustar su gestión a patrones de responsabilidad social más exigentes y, en relación a las remuneraciones de altos cargos, aumentar su transparencia, de forma que las Juntas de Accionistas deberán dar expresamente su visto bueno, dejando de ser válida la mera aprobación de las mismas por los órganos de dirección de la empresa.
Si damos un repaso al resto del documento, veremos que sigue el mismo esquema que la "Estrategia Española de Política Económica" de septiembre de 2012, haciendo referencia a medidas en sectores concretos como Ciencia e Innovación, Energía, Liberalización del Sector Servicios, Sector Exterior, Telecomunicaciones, Transporte, Sector Inmobiliario o Sector Primario, con escasas novedades y sin una percepción clara del carácter articulado del conjunto de medidas. Además, se "aprueba" en un momento en que hay rumores de que, en el enfrentamiento entre el Ministro de Economía (Luis de Guindos) y el Ministro de Hacienda (Cristóbal Montoro), este último ha salido como vencedor y de Guindos piensa abandonar el ministerio antes de que acabe el verano (http://vozpopuli.com/economia/24493-guindos-da-por-perdida-la-batalla-contra-montoro-y-empieza-a-mostrar-su-disposicion-a-dejar-el-gobierno-cuanto-antes). En esta situación, cabría pensar que podría producirse cierta parálisis y el plan de reformas aprobado podría ser un buen síntoma de la misma: escasas novedades y repetición de medidas ya anunciadas y retrasadas en su aplicación sin saber los motivos.
El problema es que la coyuntura del país no admite muchas esperas y sí energía, firmeza y decisión para enfrentarse a una crisis que no parece tener fin. Parece que se está fiando todo al simple paso del tiempo porque con planes como los presentados no puede haber mucha esperanza en que la recuperación se adelante en el tiempo. Pero, como hemos dicho más de una vez, no sólo se trata de que la recuperación económica tenga lugar sino que la misma tenga la suficiente fortaleza para que no sea breve y, sobre todo, ayude a crear empleo de un modo que permita reducir sustancialmente la tasa de paro y, con ello, se vayan solucionando el resto de problemas que afectan a nuestra economía (quiebras empresariales como consecuencia del bajo nivel de consumo, morosidad bancaria, elevado déficit público...). Y para que haya una fuerte recuperación, es necesario que el Gobierno adopte medidas mucho más efectivas que las que va aprobando con cuentagotas y de modo tan errático.
Si damos un repaso al resto del documento, veremos que sigue el mismo esquema que la "Estrategia Española de Política Económica" de septiembre de 2012, haciendo referencia a medidas en sectores concretos como Ciencia e Innovación, Energía, Liberalización del Sector Servicios, Sector Exterior, Telecomunicaciones, Transporte, Sector Inmobiliario o Sector Primario, con escasas novedades y sin una percepción clara del carácter articulado del conjunto de medidas. Además, se "aprueba" en un momento en que hay rumores de que, en el enfrentamiento entre el Ministro de Economía (Luis de Guindos) y el Ministro de Hacienda (Cristóbal Montoro), este último ha salido como vencedor y de Guindos piensa abandonar el ministerio antes de que acabe el verano (http://vozpopuli.com/economia/24493-guindos-da-por-perdida-la-batalla-contra-montoro-y-empieza-a-mostrar-su-disposicion-a-dejar-el-gobierno-cuanto-antes). En esta situación, cabría pensar que podría producirse cierta parálisis y el plan de reformas aprobado podría ser un buen síntoma de la misma: escasas novedades y repetición de medidas ya anunciadas y retrasadas en su aplicación sin saber los motivos.
El problema es que la coyuntura del país no admite muchas esperas y sí energía, firmeza y decisión para enfrentarse a una crisis que no parece tener fin. Parece que se está fiando todo al simple paso del tiempo porque con planes como los presentados no puede haber mucha esperanza en que la recuperación se adelante en el tiempo. Pero, como hemos dicho más de una vez, no sólo se trata de que la recuperación económica tenga lugar sino que la misma tenga la suficiente fortaleza para que no sea breve y, sobre todo, ayude a crear empleo de un modo que permita reducir sustancialmente la tasa de paro y, con ello, se vayan solucionando el resto de problemas que afectan a nuestra economía (quiebras empresariales como consecuencia del bajo nivel de consumo, morosidad bancaria, elevado déficit público...). Y para que haya una fuerte recuperación, es necesario que el Gobierno adopte medidas mucho más efectivas que las que va aprobando con cuentagotas y de modo tan errático.
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