MATRI(HISPANI)X – Nº 11



En los últimos días, el Gobierno se ha lanzado a realizar declaraciones optimistas que vaticinan el final de la crisis económica. Así, el pasado 17 de junio, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro manifestó que “la evolución económica en términos intertrimestrales está tocando fondo y en el segundo trimestre ya estamos viendo una clara inflexión” (http://www.elconfidencial.com/economia/2013/06/17/montoro-adelanta-el-final-de-la-crisis-a-este-trimestre-gracias-a-la-reduccion-del-deficit-123193/). Igualmente, dijo que “la economía española está saliendo de la crisis que atraviesa ante la evolución positiva de la balanza por cuenta corriente, el acceso de las empresas españoles a los mercados internacionales y la previsión de tasas de inflación bajas desconocidas”. El pasado 19 de junio, el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la Asamblea de la OCDE pronunció un discurso en el que afirmó lo siguiente: “En los días más difíciles se puede llegar a pensar que las turbulencias que vivimos nos alejan de la ruta que hemos trazado (…). No es así. Sabíamos que llegarían, porque las turbulencias forman parte inevitable de la salida de la crisis. Ahora lo que toca es superarlas. Estamos en el buen camino para hacerlo, nada nos apartará de él y vamos a cumplir con esa decisión hasta el final” (http://www.lamoncloa.gob.es/presidente/intervenciones/discursos/2012/prdi20120625).

Es evidente que los datos económicos apuntan a que la recesión económica se está suavizando pero, ¿existen, al mismo tiempo, síntomas sólidos de recuperación? Vamos a empezar con los últimos datos de la Contabilidad Nacional, correspondientes al primer trimestre de 2013:





Fuente: INE

Aunque es verdad que las tasas negativas de variación del PIB se están moderando, no es menos cierto que desde finales de 2011 no se registra un crecimiento positivo y que tampoco se detecta en el perfil del ciclo el inicio de una senda de recuperación consistente. Si vemos el desglose de la tasa de variación del PIB entre demanda interna y demanda externa, entenderemos dónde radica la debilidad de la posible nueva fase alcista:



 Fuente: INE


Se aprecia fácilmente que sólo la demanda externa aporta un componente positivo al PIB mientras que la demanda interna no hace más que presentar tasas negativas desde principios de 2010 sin que se detecten indicios de mejora.

Vayamos ahora a los datos sectoriales. Empecemos por la industria. A continuación, veamos el comportamiento del Índice general de cifra de negocios en la industria (cuyo último dato es de abril de 2013):



 Fuente: INE


Si vemos la serie desestacionalizada, corregida de efectos de calendario (línea marrón), la tasa de variación fue negativa en un 3% en abril de 2013 frente a un 1,7% en marzo. Es decir, el perfil recesivo en la industria se ha acentuado, lo cual agrava el hecho de que desde noviembre de 2011 sólo ha habido dos meses (diciembre de 2011 y agosto de 2012) con tasas de variación positivas. Vayamos al sector servicios. El último dato del Índice general de cifra de negocios del Sector Servicios de Mercado también es de abril de 2013:




Fuente: INE


En este caso, la senda de la serie desestacionalizada sí que experimenta una mejoría en abril de 2013 pero la caída sigue siendo aún del 3,3%, demasiado acusada teniendo en cuenta que, desde abril de 2011, sólo ha habido tres meses con crecimiento positivo (abril de 2011, julio de 2011 y agosto de 2011).

En relación al empleo, los datos de la última Encuesta de Población Activa, publicados el pasado 25 de abril, tampoco invitan al optimismo. Veamos cómo ha evolucionado el nivel de ocupados:




 Fuente: INE


En el primer trimestre de 2013, el número de ocupados seguía descendiendo a una tasa del 4,58%, sin que dicha tasa se haya apenas moderado a lo largo del último año. Veamos los datos de parados:



 Fuente: INE


El número de parados todavía aumentó a tasas del 9,99%, de modo que la cifra total ascendió a 6.202.700 personas.

Si acudimos a los Índices de Confianza (que son indicadores adelantados, es decir, anticipan tendencias), tampoco son especialmente boyantes. Empecemos por el Índice de Confianza del Consumidor, que publica el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Los últimos datos son del 31 de mayo de 2013:





Fuente: CIS


La senda tanto del índice medio como del referido a la situación actual como del correspondiente a las expectativas futuras manifiestan un estancamiento que no presagian el inicio de una fase alcista en el ciclo. Vayamos, finalmente, al Índice de Confianza Empresarial, publicado por las Cámaras de Comercio y cuyo último dato corresponde al primer trimestre de 2012, y vamos a centrarnos en tres aspectos: facturación, empleo e inversión:








Es fácil observar que tampoco han experimentado señales especiales de mejora. Por todo ello, cabe concluir que las campanas al vuelo que ha lanzado el Gobierno no parecen sustentarse en ningún dato solido. El optimismo es positivo pero es una actitud que hay que acompañarla de una acción decidida porque, si no, no pasa de ser un mero brindis al sol. Más que anunciar el fin de la crisis, parece que estos mensajes no son más que un peligroso signo de autocomplacencia.



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