MATRI(HISPANI)X – Nº
13
El pasado 28 de octubre, S.A.R.
el Príncipe de Asturias acudió a la inauguración, en Jerez de la Frontera, del
XVI Congreso Nacional de la Empresa Familiar (http://www.abc.es/espana/20131028/abci-principe-jerez-empresa-201310271823.html).
El Telediario de las 3 de la tarde de Radiotelevisión Española de ese día, tras
exponer la noticia, incluyó un pequeño reportaje en el que hablaba,
precisamente, de la empresa familiar. Se hizo, en el mismo, una afirmación que
creí haber oído mal. De modo que, al día siguiente, volví a ver dicho
telediario en la página web de la emisora y, para mi sorpresa, resultó que la
había oído perfectamente. Pueden ver el reportaje en el vídeo que aparece en el
siguiente enlace, a partir del minuto 20:05.
La afirmación que llamó mi
atención fue la siguiente: “El 85% de las empresas españolas son de una
familia, entre ellas, algunas tan importantes como el (Banco) Santander o
Inditex…”.
Repitamos la frase: “El 85% de
las empresas españolas son de una familia, entre ellas, algunas tan importantes
como el (Banco) Santander o Inditex…”.
¿Perdonen?¿Cómo dicen?¿Que el
Banco Santander o Inditex SON empresas familiares? No. Banco Santander e
Inditex ya no son empresas familiares, FUERON empresas familiares. Pero hace
tiempo que dejaron de serlo. Ambas empresas cotizan en bolsa. Banco Santander
tenía, a principios de 2012, 3,29 millones de accionistas (http://www.elconfidencial.com/mercados/2012/02/03/santander-y-bbva-ganan-126000-accionistas-en-2011-a-golpe-de-canje-75762).
Inditex, en su página web (http://www.inditex.com/es/accionistas_e_inversores/relacion_con_inversores/estructura_accionarial),
indica que, en 2009, tenía 67.439 accionistas. Ello significa que el Banco
Santander tiene 3,29 millones de propietarios e Inditex, 67.439.
No es menos verdad que las
familias fundadoras siguen teniendo una participación relevante y que su
influencia en la gestión es decisiva. Pero no pueden dirigir sus respectivas
empresas como si fueran sus únicos propietarios. De ahí que todas las normas
referidas al gobierno corporativo de las sociedades que cotizan en bolsa tengan
como principal objetivo proteger al accionista minoritario y que el proceder de
los directivos no vaya dirigido a beneficiar a quienes ostenten un mayor
porcentaje del capital de la compañía en perjuicio de aquellos cuya
participación tiene menos peso.
Aunque puede parecer anecdótico,
el tema no lo es. Muchos conflictos empresariales que se han producido tienen
su origen en que hay quien no tiene claro este concepto, lo cual ha llevado a
decisiones dudosas por parte de algunos directivos y a inacciones sorprendentes
de muchos accionistas (http://www.diariosur.es/prensa/20070130/economia/audiencia-nacional-archiva-causa_20070130.html).
Y si los accionistas no tienen claros cuáles son sus derechos, será fácil que
se juegue con ellos de modo que acaben sufriendo, en forma de pérdida de valor
de la acción, por decisiones que, perfectamente, podían haber impedido.
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