A partir de esta entrada, el blog
se va a centrar en el análisis de datos y estadísticas, tanto a nivel español
como internacional como a nivel estrictamente empresarial. Cuando tengamos que
proporcionar la explicación teórica que sustenta nuestras posibles conclusiones,
nos remitiremos a lo que podemos denominar ya 1ª ÉPOCA del blog.
* * *
Las dos fuentes que existen en
España para conocer los datos de desempleo son la Encuesta de Población Activa,
elaborada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y las
estadísticas de paro publicadas por el Ministerio de Empleo con carácter
mensual. Históricamente, ambas estadísticas muestran datos sustancialmente
distintos. Pongamos como ejemplo las cifras de parados a 31 de diciembre de
2014, último mes de los que tenemos información proveniente de ambas fuentes.
La Encuesta de Población Activa (EPA)
correspondiente al último trimestre de 2014 indicaba que la cifra de
desempleados era de 5.457.700 personas:
(Pulse sobre la imagen si quiere verla ampliada)
Según las estadísticas de
desempleo del Ministerio de Empleo, el paro registrado en diciembre de 2014 era
de 4.447.711 personas. Es decir, los datos daban una cifra inferior en casi
1.010.000 personas.
Fuente: Datos de los registros
del Servicio Público de Empleo Estatal
Las razones de la diferencia
residen en el distinto método que una y otra fuente estadística utilizan para
recopilar los datos. Las estadísticas de paro se basan en las personas que, sin
tener un puesto de trabajo, se inscriben en los servicios públicos de empleo
para demandar colocación. El problema de esta metodología consiste en que no
recoge aquellos casos en los que, básicamente a causa del “efecto desánimo” y/o
de la escasa eficacia de los citados servicios en España, una persona sin
empleo desiste de inscribirse en los mismos. La EPA, a partir de una muestra de
65.000 familias (que equivalen, aproximadamente, a 180.000 personas), intenta
extrapolar los datos obtenidos para estimar las personas que, realmente, están
buscando activamente un trabajo pero no lo encuentran.
De cualquier modo, en la medida
en que una fuente recoge datos globales y la otra realiza estimaciones a partir
de una encuesta, ambas suelen ser utilizadas como referencia para evaluar la
situación del mercado de trabajo y el ritmo de creación o destrucción de
empleo.
El pasado 6 de abril se
publicaron las estadísticas de paro del mes de marzo (http://www1.seg-social.es/ActivaInternet/groups/public/documents/rev_anexo/rev_034432.pdf).
Los principales datos que se desprenden de las mismas son los siguientes:
1.- En marzo de 2015, el
desempleo bajó en 60.214 personas respecto al mes anterior y en 343.927
personas en relación a marzo de 2014, quedando la cifra final en 4.451.939
personas. Si observamos el siguiente gráfico, vemos que el número es el menor
desde 2012 y que se va aproximando a los niveles de 2011.
Fuente: Datos de los registros
del Servicio Público de Empleo Estatal
2.- En términos
desestacionalizados, el paro cae en 63.368 personas en relación al mes
anterior. La desestacionalización implica eliminar los efectos derivados de las
variaciones coyunturales de la actividad económica a lo largo del año.
Pensemos, por ejemplo, con las contrataciones en verano como consecuencia de la
temporada turística o en Navidad para atender el incremento de ventas. En marzo
de 2015, la desestacionalización implica que los datos son más favorables,
incluso, que la serie original, lo cual refuerza la impresión positiva que se
transmite de la cifra agregada. Ello es coherente con el perfil que muestran
los gráficos que hemos colocado arriba ya que se aprecia claramente que en los
años 2011, 2012, 2013 y 2014 el comportamiento del mes de marzo ha sido más
bien proclive al aumento del paro que a la disminución. En 2011, la cifra
aumentó en 34.406 y en 2012, la subida fue de 38.769. En 2013, sí que hubo una
caída de 4.979 personas y, en 2014, un nuevo descenso de 16.620. Por tanto, el
dato de marzo de 2015 es el mejor de toda la serie temporal.
3.- Este comportamiento positivo
a nivel global tiene que empezar a ser matizado cuando vemos qué ha sucedido si
dividimos en grupos el conjunto de personas desempleadas. Así, mientras que
para los hombres, el número de desempleados se ha situado en 2.080.784, con un
descenso del 1,76% en relación al mes anterior, en el caso de las mujeres la
cifra llega a 2.371.155, con una caída de sólo el 0,96%. Si comparamos los
datos con el mes de marzo de 2014, el desempleo masculino ha bajado en un
10,34% frente al femenino que sólo lo ha hecho en un 4,20%. (Que, además, haya
más desempleo femenino registrado que masculino es un dato altamente llamativo
teniendo en cuenta que, según la EPA del 4º trimestre de 2014, existen 12,38
millones de hombres formando parte de la población activa frente a 10,64
millones de mujeres.) Otro grupo que tampoco ha tenido un comportamiento
favorable es el de desempleados menores de 25 años, que ha tenido en marzo un aumento
del 0,78%.
Fuente: Datos de los registros
del Servicio Público de Empleo Estatal
4.- Otras cifras que también
relativizan la bondad de los datos globales son las relacionadas con los
contratos formalizados. El número de contratos registrados en marzo de 2015
ascendió a 1.441.775, siendo los indefinidos 144.291 (es decir, el 10,01% del
total) y los temporales y formativos suman en total 1.297.484 (por tanto, el
89,99% del total).
Dentro de los indefinidos, que
aumentan un 27,15% sobre igual mes del año anterior, los contratos a tiempo
completo suman 81.960, con una subida del 28,8% sobre marzo de 2014, y los
contratos a tiempo parcial fueron 62.331, con un aumento del 25,05% respecto al
mismo mes del año anterior.
Dentro de los temporales y
formativos, los contratos por obra o servicio determinado a tiempo completo
fueron 403.101, con una subida del 27,96% sobre marzo de 2014, los eventuales
por circunstancias de la producción con jornada a tiempo completo sumaron
339.247, con un aumento del 23,53%, y los contratos temporales con jornada a
tiempo parcial fueron 450.011, con un ascenso del 31,21%.
Observamos cómo los contratos
indefinidos siguen representando un bajo porcentaje de los contratos totales (sólo el 10%) mientras que los temporales y formativos alcanzan un porcentaje
del 90%. Teniendo en cuenta que, según los datos de la EPA correspondientes al
cuarto trimestre de 2014, indicaban que había 14,48 millones de ocupados, con 10,97
millones con contrato indefinido y 3,51 millones con contrato temporal, los
datos que hemos descrito en los anteriores párrafos supone que la contratación
temporal sigue ganando peso y, lo que es más negativo a largo plazo, la
modalidad que más sube es la de los contratos temporales a tiempo parcial, lo
cual refuerza la precariedad del empleo creado.
Las conclusiones que podemos
sacar en función de los datos expuestos se resumen en los siguientes puntos:
- Hay una mejoría clara en
relación al descenso de la cifra de desempleados, que denota un comportamiento más
favorable de dicha magnitud en este mes de marzo que en el mismo mes de años
anteriores.
- A pesar de dicha mejoría, hay
determinados grupos que no parecen beneficiarse de ello como son las mujeres y
los desempleados con una edad menor a 25 años.
- Hay un peso desmesurado de los
contratos temporales y, lo que es peor, la modalidad que más crece es la de los
contratos temporales a tiempo parcial.
Es decir, sigue estando presente
el comportamiento dual del mercado de trabajo, siguiendo el modelo denominado “ciudadela
del empleo”, con un núcleo (metafóricamente, dentro de las murallas) que goza
de unas condiciones favorables y un conjunto cada vez más amplio de personas (metafóricamente,
fuera de las murallas) que sufre de unas condiciones muy precarias. Ello es un
obstáculo para favorecer el crecimiento a largo plazo de la economía y, por
tanto, no se puede caer en la complacencia de dar por buenos estos datos y no
hacer nada sino que hay que poner en marcha de modo paralelo medidas que
cambien el modelo productivo (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate_25.html,
http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2013/07/recapitulacion-sobre-la-crisis_17.html)
de forma que el sistema permita crear puestos de trabajo más estables, lo cual
ayudaría a un crecimiento más sostenible en el futuro y a una mayor equidad
social.
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