El pasado 14 de abril de 2015, el
Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo público el informe sobre Perspectivas de la economía mundial correspondiente
a dicho mes del año. Para exponer las previsiones de crecimiento que en él se
reflejan, en primer lugar vamos a revisar las cifras que el documento aporta y,
en segundo lugar, explicaremos las fuerzas de fondo que el propio informe
indica como motivos de dichas previsiones.
Las principales previsiones sobre
crecimiento económico para los años 2015 y 2016 se pueden resumir en el
siguiente cuadro:
(Pulse para ampliar la imagen)
Fuente: FMI
Aunque, a nivel global, el
crecimiento económico previsto no ha variado, la distribución del mismo sí ha
cambiado en función de diferentes factores económicos que han tenido lugar en
los meses anteriores.
En relación a los principales
países, estas son las estimaciones para los años 2015 y 2016:
1.- ESTADOS UNIDOS.- Para 2015 y 2016, la previsión es una tasa de
crecimiento del 3,1% para ambos ejercicios. En relación a las previsiones
anteriores, ello significa 0,5 puntos menos para 2015 y 0,2 puntos menos para
2016.
2.- ALEMANIA.- El crecimiento previsto es del 1,6% para 2015 y del
1,7% para 2016, lo que significa 0,3 puntos más y 0,2 puntos más,
respectivamente, para cada uno de esos años en relación a las previsiones
anteriores.
3.- FRANCIA.- Las tasas de crecimiento alcanzarían el 1,2 y el 1,5%
para 2015 y 2016, respectivamente. Estas cifras suponen 0,3 y 0,2 puntos más,
respectivamente, para cada uno de esos años en relación a las previsiones anteriores.
4.- JAPÓN.- El crecimiento previsto para 2015 es del 1% (0,4 puntos
más en relación a la anterior previsión) y, para 2016, del 1,2% (también 0,4
puntos más en relación a la anterior previsión).
5.- REINO UNIDO.- Las tasas de crecimiento previstas para 2015 y
2016 son del 2,7 y del 2,3% respectivamente. No ha habido cambios en las
previsiones para el primer ejercicio y, para el segundo, es de una décima
menor.
6.- CANADÁ.- Para 2015, el crecimiento previsto es del 2,2% y, para
2016, del 2%, en ambos casos una décima menos que las anteriores previsiones.
7.- CHINA.- Las tasas de crecimiento previstas son del 6,8% para
2015 y del 6,3% para 2016. No ha habido cambios en la revisión de las
estimaciones.
8.- INDIA.- Este país tendría unas de las tasas de crecimiento más
elevadas del mundo si se cumplen las previsiones. Para ambos ejercicios
contemplados, sería del 7,5%. Ello supone una mejora de 1,2 puntos en las
estimaciones para 2015 y de un punto para 2016.
9.- BRASIL.- Este país sufrirá una recesión de un 1% en 2015 y se
recuperará en un 1% para 2016. Este país es el que sufre un mayor empeoramiento
en las previsiones, ya que las mismas caen 1,3 puntos en relación a 2015 y 0,5
puntos en relación a 2016.
10.- RUSIA.- La Federación Rusa tendría dos años seguidos de
recesión, con una caída del PIB del 3.8% en 2015 y del 1,1% en 2016. Las
previsiones empeoran a las anteriores en 8 décimas para el ejercicio y en una
décima para el segundo.
11.- ESPAÑA.- Finalmente, nuestro país crecería el 2,5% en 2015 y
el 2% para 2016. Para el primer ejercicio, las estimaciones han mejorado 0,5
puntos en el primer año y 0,2 puntos en el segundo.
Hay una serie de factores que
sirven para explicar y contextualizar estas cifras, unos de carácter coyuntural
o que actúan en el corto plazo y otras de carácter más estructural y que
generan sus efectos en el largo plazo.
Entre los primeros, hay que
mencionar los siguientes:
1.- Caída de precios del petróleo.- Según datos aportados en el
informe, el precio del petróleo ha caído alrededor de un 45% desde septiembre:
(Pulse sobre la imagen si quiere verla ampliada)
PPPEI: Precio promedio del
petróleo de entrega inmediata
FUENTE: FMI
Esta caída, como vemos en el
gráfico superior, está asociada a la de los precios de otras materias primas.
Por ello, esta tendencia beneficia a los países que son importadores netos de
este epígrafe (especialmente, los de la Unión Europea y Japón) y perjudica a
los exportadores netos (de ahí, la recesión de Brasil y Rusia –en este último
caso, también influyen las sanciones aplicadas por culpa del conflicto de
Ucrania-).
2.- Revalorización del dólar.- La otra variable que ha influido a
corto plazo es la apreciación de la divisa estadounidense y la depreciación
paralela del euro, la libra y el yen, como consecuencia de la retirada
progresiva de los estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal de EE.UU
(http://economia.elpais.com/economia/2014/10/29/actualidad/1414607394_203338.html)
y la puesta en marcha paralela de la quantitative
easing o inyección masiva de liquidez por parte del Banco Central Europeo (http://www.expansion.com/2015/03/05/mercados/1425559556.html).
Fuente: www.google.com/finance
Esta evolución dispar de las
divisas estimula las exportaciones de los países cuyas monedas se ven
desvalorizadas (los de la Eurozona, Reino Unido y Japón) y perjudica las de
EE.UU., como consecuencia de la apreciación de su moneda.
Como podemos ver a raíz de la
explicación de estos factores, los mismos no alteran el crecimiento global sino
que distribuyen el mismo de distintas formas entre unas áreas geográficas y
otras. Para analizar los factores que afectan a la tasa de crecimiento general,
hay que centrase en los elementos estructurales y de largo plazo y, en relación
a los mismos, hay que mencionar una circunstancia que ya hemos tratado en otras
entradas del blog (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2011/09/rio-arriba-o-cual-es-el-origen-de.html,
http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2014/02/el-cambio-tecnologico-la-madre-de-todos.html,
http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2014/03/el-cambio-tecnologico-la-madre-de-todos.html,
http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2014/03/el-cambio-tecnologico-la-madre-de-todos_7.html)
y que se sintetiza de modo muy claro en la introducción del informe:
“El crecimiento del producto potencial ha disminuido.
(…) (E)l crecimiento potencial de las economías avanzadas ya estaba
disminuyendo antes de la crisis. También ha influido el envejecimiento, sumado
a la desaceleración de la productividad total. La crisis empeoró la situación,
ya que la fuerte contracción de la inversión enfrió aún más el crecimiento del
capital. A medida que dejamos atrás la crisis, (…) el crecimiento del capital
se recuperará, pero el envejecimiento y el débil aumento de la productividad
continuarán actuando como lastres. Los efectos son aún más pronunciados en los
mercados emergentes, donde el envejecimiento, la menor acumulación de capital y
el menor aumento de la productividad se están combinando para reducir
significativamente el crecimiento potencial en el futuro.”
Es decir, la reducción del crecimiento económico
potencial es la que condiciona la capacidad de recuperación económica. Antes
que intentar promover crecimientos artificiales mediante estímulos fiscales y
monetarios que sólo generan efectos transitorios, hay que centrarse en las
ganancias de eficiencia del sistema económico en su conjunto, evitar el
despilfarro del gasto público, dando prioridad a las áreas críticas, y mejorar
la gestión del gasto global en I+D para potenciar el cambio tecnológico y
lograr que la capacidad de crecimiento de las economías se intensifique.
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