ANÁLISIS DE LOS ÚLTIMOS DATOS DE CONTABILIDAD NACIONAL TRIMESTRAL DE ESPAÑA (PRIMER TRIMESTRE DE 2015)
En nuestra anterior entrada,
hablamos del comportamiento del IPC y de su reducido nivel en los últimos años.
Es inevitable poner ello en relación con el mal comportamiento del PIB y las
bajas tasas de crecimiento económico. Esas bajas tasas, con su correlato de
altas cifras de desempleo, han llevado a presiones hacia abajo de los salarios
y una atonía de la demanda que ha desembocado en el comportamiento que vimos
del nivel de precios.
El pasado 28 de mayo, el INE hizo
públicos los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral correspondientes al
primer trimestre de 2015 (http://www.ine.es/prensa/cntr0115.pdf).
Y los mismos ofrecen una visión muy clara sobre la situación actual de nuestra
coyuntura económica.
Lo primero que destaca es la
aceptable cifra que proporciona la variación interanual del PIB, es decir, el
crecimiento del primer trimestre de 2015 en relación al primer trimestre de
2014: el 2,7%.
Fuente; INE
Incluso, si vemos la trayectoria
de nuestro PIB en relación a la media de los países de la UE y de los países de
la Eurozona (es decir, sólo la de los países que tienen el euro como moneda),
se aprecia que el crecimiento en nuestro país es más elevado en ambos casos:
Fuente: INE
Adicionalmente, si vemos el peso
de la demanda externa y de la demanda interna, ambas ayudan a este, en
principio, buen comportamiento, ya que ambas están en senda ascendente.
Fuente: INE
Finalmente, si comprobamos los
componentes que, desde el punto de vista de la demanda, influyen en este
crecimiento, apreciaremos un importante peso de la inversión en bienes de
equipo, algo que da indicios de que este crecimiento puede tener unas bases más
sólidas que las que tuvieron otras sendas alcistas en el período 2008-2014.
Sin embargo, si entramos en
determinados desgloses de estas cifras, se aprecian algunos elementos que hay
que considerar problemáticos. Si vemos las tasas de variación intertrimestral
(es decir, el aumento del PIB en el primer trimestre de 2015 en relación al
cuarto trimestre de 2014), aunque aún vemos un factor positivo como el
importante crecimiento de la industria (del 1,8%), ya vemos cómo el gasto en
consumo final de las Administraciones Públicas ha crecido un 1,6%, una de las
subidas más significativas en cualquiera de las partidas. Es obvio que el haber
entrado en un año electoral (con las elecciones autonómicas andaluzas en marzo,
las elecciones municipales y autonómicas en mayo, las elecciones autonómica
catalanas en septiembre y las elecciones generales a final de año) ha tirado
hacia arriba el gasto público, aun cuando no parezca que esta subida sea
sostenible a medio plazo y se pueda mantener a medio plazo. Es decir, ello sólo
sirve para generar un cierto crecimiento artificial y ficticio que sólo sirve
para maquillar positivamente las cifras.
Fuente: INE
Por otra parte, al observar, en
crecimiento interanual (es decir, el del primer trimestre de 2015 en relación
al primer trimestre de 2014), se detecta que el sector que más crece es la
construcción.
Fuente; INE
Es decir, parece que la tendencia es que la recuperación puede venir nuevamente de la mano del “ladrillo” y actividades asociadas, lo cual abriría el camino a repetir los errores del pasado. Esta conclusión se refuerza cuando vemos el crecimiento del empleo en los diferentes sectores donde también es la construcción el sector que se lleva la palma.
Fuente: INE
Como colofón final, cabe mencionar que la productividad por trabajador ha disminuido en términos interanuales.
Fuente: INE
En resumen, a pesar de que los datos apuntan elementos positivos (tasas superiores a la media de la Unión Europea, tirón tanto de la demanda interna como de la demanda externa y recuperación de la inversión en bienes de equipo), el protagonismo que han tenido el gasto público y la construcción no constituye un indicio de que el modelo productivo haya cambiado de forma sustancial, hecho que se consideraría deseable en la medida en que ayudaría a proporcionar un crecimiento más sano y sólido que el que experimentamos en el período 1992-2007.
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