Una vez que el próximo 20 de
diciembre se celebran elecciones generales en España, es buen momento para
hacer balance económico de estos cuatro años de legislatura que han resultado
intensos, desiguales y que se cierra con toda una serie de claroscuros que
impiden formarse un juicio preciso sobre cuál es la situación económica actual
de nuestro país y cuál puede ser su evolución previsible en el futuro
inmediato.
La primera variable en la que hay
que fijarse es las variaciones del PIB y en las tasas de crecimiento que ha
experimentado la economía española a lo largo del período 2011-2015.
(E): Estimación
Fuente: 2003-2014: INE 2015:
Banco de España
El Gobierno del PP, cuando llegó
al poder, se encontró con una economía en recesión, de tal modo que el PIB, en
2011, experimentó una caída del 1%. Las medidas que adoptó el ejecutivo el 30
de diciembre de 2011 (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/01/distancias-cortas-y-distancias-largas.html,
http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/01/como-aprendi-dejar-de-preocuparme-y.html)
y el 13 de julio de 2012 (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/07/el-gran-recorte-no-me-llames-rescate.html) que supusieron, globalmente,
sendas subidas del IRPF y el IVA (en contra del programa electoral con el que
el PP había ganado las elecciones) y la ejecución de importantes recortes en el
gasto público, con el fin de reducir el déficit público en 65.000 millones de
euros en 2 años, marcaron, en gran medida, la percepción de la opinión pública
sobre la política económica que se estaba realizando, al incumplir, por un
lado, compromisos anunciados, incluso, en el propio discurso de investidura de
Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno, donde renunciaba a cualquier tipo
de subida impositiva, y, por otro, al obviar medidas ampliamente exigidas y
recomendadas en relación a la racionalización de las estructuras de las
Administraciones Públicas.
Las medidas adoptadas ahondaron
el perfil de recesión de la economía española, tal como se puede ver en el
grafico antes adjuntado, del cual no salió hasta el año 2014 con un magro
crecimiento del 1,4%. Sólo en este 2015 la economía española ha empezado a
crecer con vigor, de forma que el Informe Trimestral de la Economía Española que
el Banco de España publicó en su Boletín Económico correspondiente a septiembre
de este ejercicio estimaba que el aumento del PIB llegará al 3,4%.
Este perfil cíclico está asociado
a varios aspectos relacionados que conviene tratar por separado:
1.- Efectos sobre el empleo.- Este comportamiento del PIB afectó de
forma intensamente negativa al mercado de trabajo. Si en el tercer trimestre de
2007, se llegó al pico del número de ocupados con 20,75 millones de personas,
esta cifra cayó hasta 16,95 millones de personas en el primer trimestre de
2014. Desde ese momento, se ha producido una recuperación del empleo de forma
que en el tercer trimestre de 2015 se han alcanzado los 18,05 millones de
ocupados, cifra que supone 1,1 millones de personas más que en el fondo de la
crisis (un 6,48% más) pero 2,7 millones de ocupados menos que en el pico de la
etapa de expansión (un 13,03% menos). Desde la llegada de Mariano Rajoy al
poder, se ha producido una pérdida de ocupación ya que en el último trimestre
de 2011 había 18,15 millones de ocupados (por lo tanto, la caída ha sido en
torno a 100.000 personas).
Fuente: INE
De modo paralelo, se ha producido
un fuerte aumento del desempleo. Si el número mínimo de parados se produjo en
el tercer trimestre de 2006, con una cifra de 1,77 millones de parados, esta
magnitud se elevó hasta los 6,28 millones en el primer trimestre de 2013 (es
decir, un aumento del 255,32%). Desde entonces, esta variable ha empezado a
reducirse hasta llegar a los 4,85 millones en el tercer trimestre de 2015 (por
tanto, una reducción del 22,74% desde máximos). En estos cuatro años de
legislatura, el desempleo se ha reducido en 436.500 personas, ya que en el
último trimestre de 2011 el número de desempleados era de 5,29 millones de
personas.
Fuente: INE
No se puede separar este
comportamiento del mercado de trabajo de la reforma laboral realizada por el
Gobierno en febrero de 2012 (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2012/02/el-unico-camino-posible.html)
que, aunque ha ayudado a la creación de empleo, ha contado con dos hándicaps importantes:
- El primero, la ausencia de un
plan global coherente y bien articulado por parte del Gobierno, lo cual ha
limitado severamente los efectos positivos de la reforma.
- El segundo, el mantenimiento de
un elevado déficit público y la lentitud en el saneamiento del sistema
financiero, cuestiones que ha limitado la llegada de nuevos recursos al sector
privado y, en consecuencia, han limitado el crecimiento económico alcanzado.
Estas limitaciones han provocado
que los efectos de la reforma se centraran en un aumento de la precariedad (la
tendencia, según los análisis que hemos realizado de los datos de contratación,
es una ganancia de peso de los contratos temporales y, sobre todo, de los
contratos temporales a tiempo parcial: http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2015/04/analisis-de-los-datos-de-paro-de-marzo.html)
y en la reducción de costes salariales, aprovechando las facilidades de
modificación de condiciones laborales que brindaba la reforma (lo cual, a su
vez, ha creado una importante dificultad para la financiación de la Seguridad
Social).
En consecuencia, en estos cuatro
años no se ha producido una solución satisfactoria de los problemas del mercado
de trabajo y sólo si se consolidan las actuales tasas de crecimiento se podría
afirmar que la caída del desempleo se ha convertido en una tendencia sostenible
en el tiempo.
2.- Efectos sobre el nivel de precios.- En consonancia con el alto
nivel de desempleo, la tensión a la baja de los salarios y la atonía de la
demanda, el nivel de precios ha coqueteado durante estos cuatro años con caer
en un proceso preocupante de deflación. Este ha sido el perfil del IPC desde el
año 2000 hasta octubre de 2015:
Fuente: INE
A pesar de las tendencias
inflacionistas existentes en la economía española (reflejadas en el alza del
IPC entre los años 2009 y 2012 a pesar de la debilidad de la demanda), las
cuales hunden sus raíces en mercados con insuficiente nivel de competencia
(sobre todo, los de servicios públicos controlados de forma oligopolística por
antiguos monopolios regulados – electricidad, gas, gasolineras…-) y por
intervencionismos públicos ineficaces (especialmente sangrante, el aplicado al
“mercado” eléctrico), las reducciones del IPC se han convertido en habituales
en 2014 y 2015, perjudicando el crecimiento económico debido a que aumenta el
valor real del elevado nivel de deuda de las economías domésticas y frena el aumento
del consumo de las mismas.
Unido este fenómeno a la presión
bajista sobre los salarios, ha sido el factor principal (y, prácticamente,
único) para ganar competitividad frente al exterior, con las implicaciones que,
a continuación, veremos.
3.- Saldo de la
balanza por cuenta corriente.- Uno de los factores clave en la evolución económica en
estos cuatro años ha sido la desaparición del déficit por cuenta corriente, el
cual era uno de los principales problemas de nuestra economía al generar una
fuerta dependencia de la financiación desde el exterior. Si vemos el
comportamiento de esta variable desde 1993, se observa claramente que en los
años 2004-2008 el déficit de esta balanza alcanzó máximos históricos con
importes anuales en torno a los 100.000 millones de euros, es decir, el 10% del
PIB, lo cual convertía a este déficit exterior en el mayor del mundo en
términos relativos. Este déficit estaba asociado a la entrada de financiación
desde el exterior con destino a la burbuja inmobiliaria que alcanzó, durante
ese período, su momento álgido.
Fuente: Banco de España
Esta reducción del déficit por cuenta corriente, más que a
medidas implantadas por este Gobierno o por el anterior, ha venido provocada
por la brutal recesión que ha sufrido la economía española y el aumento
consiguiente del desempleo, con las secuelas ya comentadas de reducciones
salariales y caídas del nivel de precios, lo cual generó una caída importante
de la demanda agregada y la reducción posterior de la brecha económica con el
exterior.
A pesar de sus raíces negativas, esta eliminación del
déficit por cuenta corriente no ha sido aprovechada mediante el reforzamiento
estructural del sector exportador y de la posición competitiva de España, de
modo que seguimos dependiendo de sectores tradicionales como el agroalimentario
o el turístico o de actividades que sufren una fuerte dependencia tecnológica
del exterior como el automovilístico. Está pendiente la tarea de que sectores
autóctonos de alta productividad tengan mayor protagonismo dentro de nuestra
economía y de nuestras exportaciones.
4.- Efectos
sobre el déficit público.- Durante estos cuatro años, las cifras de déficit público
se han mantenido en niveles elevados y, en consecuencia, la deuda pública ha
alcanzado máximos históricos sobre el PIB.
Fuente: EUROSTAT
Fuente: EUROSTAT
Si en 2011, el porcentaje del
déficit público sobre el PIB representaba el 9,5% del PIB, en 2014 dicha tasa
todavía significaba el 5,9%. Para 2015, la previsión de cierre, según el
Informe Trimestral de la Economía Española emitido por el Banco de España, es
del 4,2%,
En relación a la deuda pública,
en 2011 suponía el 69,5% del PIB, mientras que en 2014 ya representaba el 99,3%
del PIB.
A pesar de los recortes del gasto
público llevados a cabo por el Gobierno, todavía quedan por resolver
importantes problemas como la existencia de partidas de gasto superfluo desde
el punto de vista económico o social, la duplicidad de estructuras y el
solapamiento de competencias entre las diferentes administraciones públicas, el
descontrol financiero existente en muchas comunidades autónomas o la ausencia
de una evaluación sistemática de los programas de gasto ejecutados. Sin abordar
en serio todos esos aspectos, será muy difícil llegar tanto al equilibrio
financiero del sector público como a que la actuación de este se halle
presidida por el cumplimiento de unos parámetros mínimos de eficacia y
eficiencia. De hecho, ha sido, esencialmente, el repunte de las tasas de
crecimiento lo que ha permitido reducir el déficit público existente más que la
adopción de medidas económicas de calado.
En el próximo post, seguiremos
revisando los datos de estos cuatro años de legislatura y llegando a una
valoración global de la política económica aplicada durante la misma.
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